Inicio Actualidad Económica El BCE niega una prórroga al banco Monte dei Paschi y lo...

El BCE niega una prórroga al banco Monte dei Paschi y lo aboca a un rescate

El Banco Central Europeo ha negado al Monte dei Paschi di Siena, el tercer banco de Italia, la prórroga para obtener 5.000 millones de euros para incrementar su capital, lo que aboca a la entidad a un rescate estatal, según fuentes conocedoras del proceso que citan las agencias Reuters y Bloomberg. El banco tenía de plazo hasta el domingo que viene para conseguir ese dinero.

Monte dei Paschi había pedido al BCE alargar el plazo para lograr el aumento de capital hasta el 20 de enero «debido al nuevo contexto» tras presentar Matteo Renzi su dimisión, como consecuencia de su derrota el domingo pasado en el referéndum para la reforma constitucional. La entidad, que en el último año ha perdido un 80% de su valor, pactó en julio un plan estratégico con el BCE. Uno de los requisitos era capitalizar 5.000 millones antes del próximo domingo.

Debido a las nuevas circunstancias tras la nueva crisis política en Italia, Marco Morelli, director ejecutivo del banco, se reunió el martes con la jefa de vigilancia del BCE, Danièle Nouy, para pedir una prórroga, ahora denegada.

Mientras, el Gobierno italiano, con el apoyo de JPMorgan y Mediobanca -asesores del Monte dei Paschi- busca inversores a contrarreloj para evitar tener que acudir a un rescate. Y ya ha sondeado a posibles inversores en Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Sin embargo, la incertidumbre política de Italia no despierta la confianza de ninguno.

Una vez que el BCE no ha conseguido la prórroga, y salvo sorpresa de última hora que acarree los 5.000 millones en este fin de semana, la única posibilidad que le quedaría al Monte dei Paschi sería solicitar ayuda al Estado, lo que puede suponer pérdidas para accionistas y tenedores de bonos.

La opción que parece más seria es que Monte dei Paschi di Siena (y quizá algún otro banco) reciba ayudas estatales. Italia tiene músculo de sobra para arreglárselas en solitario, sin dinero europeo. Pero las reglas de la UE exigen que los poseedores de deuda de mala calidad (como sucedió en España con las preferentes) pasen por caja, y pierdan parte de su inversión. La deuda de peor calidad en los bancos italianos está básicamente en manos de particulares, lo que complica esa jugada políticamente.

La prensa italiana ya daba por hecho que el Gobierno italiano inyectará 2.000 millones en la entidad, lo que supondría que la participación del Estado en la entidad pasaría del 4% al 40%. El resto, especula Reuters, vendría de inversores privados, animados por la llegada de esas ayudas estatales.