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Jefe obliga a sus empleadas a besarlo cada mañana

El jefe de una empresa en Beijing, China, ha quedado bajo una importante controversia por obligar a las trabajadoras a formar una fila y darle un beso cada mañana, alegando que realza la cultura corporativa, y mejora las relaciones entre el administrador y los empleados.

Las mujeres que trabajan en la empresa, que vende maquinaria hogareña para fabricar cerveza, están obligadas a formar una fila a las 09:00 cada mañana, para besar a su jefe. Y no estamos hablando de un pequeño e inocente beso en la mejilla, aunque eso sería muy raro también, sino un beso en los labios.

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China Press informó que mientras que las mujeres se mostraron reacias a aceptar el extraño ritual diario, finalmente cedieron a las demandas del jefe con el fin de mantener sus puestos de trabajo. Sólo dos de las trabajadoras de la empresa se negaron a besar a su jefe en la boca, y en su lugar optaron por renunciar. De acuerdo con informes de medios chinos, más de la mitad de los miembros del personal de la compañía son mujeres.

Frente a la creciente presión de los medios y el público en general, el jefe explicó que tomó la idea para el beso matutino diario durante una visita a una empresa en Estados Unidos, y afirmó que la repugnante ceremonia diaria ayuda “a fomentar las buenas relaciones entre colegas”, permitiendo a él y su personal femenino llevarse bien “como los peces y el agua”. No sólo eso, sino que dice que algunas de sus empleadas realmente lo echan de menos cuando está ausente, y le envían mensajes de WeChat.

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No hace falta decir que la explicación del jefe realmente no satisface a los millones de usuarios de redes sociales indignados por el vídeo viral en el que se lo ve besando a su personal femenino.

“¿Cómo pueden estas trabajadoras aceptar esto? ¿Lo saben sus novios o maridos?” Comentó un usuario en Weibo, la versión china de Twitter. “Yo quisiera preguntarles a estas trabajadoras: ¿No tienen dinero? ¿Se morirían de hambre si cambian de trabajo?”, añadió otro.

Y si bien todos condenan al hombre por sus sórdidas reglas, algunos dijeron que las mujeres llevaban parte de la culpa, sólo por soportar la situación. “El jefe es un pervertido, pero las trabajadoras son tontas”, escribió alguien.