El Príncipe Harry está de viaje oficial por diversos países caribeños (que en su día fueron colonias británicas), en representación de su abuela, Isabel II. Y su tour le ha llevado a Barbados, una pequeña y paradisíaca isla de la cual no sabríamos mucho sino fuera porque una de las mayores estrellas de la última década, Rihanna, nació allí. Así que, ¿quién mejor que ella para recibir a tan ilustre invitado?
Así se produjo este inesperado encuentro: Harry y Rihanna se conocieron y coincidieron en dos eventos oficiales, para celebrar los 50 años desde la independencia del país.
El primer contacto se produjo por la mañana, y pudimos ver al príncipe estrecharle la mano a RiRi cargado de medallas y galones… y con una expresión en el rostro que decía ‘tengo todos tus discos y me encantan‘. Quienes estaban presentes revelaron que saludó a la cantante con un escueto «Hola, encantado de conocerte».
Rihanna sorprendió con un vestido azul celeste de escote asimétrico relativamente recatado para lo que es su costumbre. No todos los días se conoce a un miembro tan destacado de la familia real más importante del mundo. Así que se guardó las trasnsparencias, los crop tops y los micro shorts para otro momento.
Después volvieron a coincidir en un concierto, y les sentaron juntos. Aquí se les vio más cómplices y relajados, sonriendo y hablando con naturalidad. Sí, no como ‘pleyeba-conoce-a-príncipe’ ni ‘fan-conoce-a-ídolo-musical’.
Y hasta aquí la anécdota porque si alguien quiere buscarle un segundo sentido al momento que protagonizaron, no lo encontrarán. Si bien Rihanna está soltera, Harry ha encontrado la felicidad a ese mismo lado del Atlántico pero con otro tipo de estrella, la televisiva Meghan Markle.
