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Design thinking o la lección de Stanford que te puede cambiar la vida


Mientras los expertos aseguran que planificar menos es más productivo para las tareas rutinarias, un profesor de ingeniería de la Universidad de Stanford ha demostrado que para los cambios significativos de nuestra vida planear es absolutamente fundamental. El Design Thinking o ‘pensamiento de diseño’ equipara el proceso que se sigue para diseñar un producto con los pasos que hay que seguir para la consecución de algún objetivo a largo plazo.


Es la gran idea entorno a la que gira la asignatura The Designer in Society que Bernard Roth imparte en el Instituto de Diseño Hasso Plattner (Universidad de Stanford) y que recientemente ha plasmado en su libro The Achievement Habit (El hábito del logro), un proceso creativo aplicado a nuestro día a día que, asegura, puede cambiarnos la vida.


Perder peso, dejar de fumar, aprender inglés, cambiar de trabajo… Todos esos objetivos que convertimos en asignaturas pendientes según Roth se pueden realizar en 5 sencillos pasos:


1. Empatía: el primer paso para resolver un problema es, por supuesto, identificarlo como tal. Esto sólo dará nombre a nuestro proyecto. No importa que sea dejar de fumar o construir una estantería para el salón, lo importante es reconocer una necesidad.


«Hasta que no ponemos algo a prueba no sabemos cuál será el resultado o de qué seremos capaces»


2. Definición del problema: esta parte del proceso debería servirnos para reponder a la pregunta ‘¿qué va a significar resolver ese problema?’. La respuesta debe centrarse en los beneficios que imaginamos una vez el problema esté resuelto: tendré más resistencia haciendo deporte o degustaré mejor la comida, en el caso de dejar de fumar; dejaré de tener mis libros desordenados, en el caso de la estantería. Tener en mente las consecuencias de la solución nos ayudará a mantener el foco; los cambios nunca son sencillos, así que centrarse en los beneficios será mucho más positivo que hacerlo en el trasiego.


3. Idea: el tercer paso de resolución de problemas pasa por generar posibles soluciones al mismo, una suerte de brainstorming sólo la comprobación empírica nos resolverá de forma definitiva.


4. Prototipo: el cuarto paso es el que verdaderamente cambia la diferencia de este proceso con respecto a cualquier otro: obliga a poner a prueba algunas de las ideas desarrolladas en el punto 3. Si pensaste que para dejar de fumar, te bastaría con parches de nicotina, inténtalo sin miedo; si crees que lo que mejor puede funcionar en tu salón es una caja de fruta que haga las veces de estante, ponte manos a la obra. Se trata de la primera parte de un proceso ensayo y error para perder verdaderamente el miedo a intentarlo.


5. Prueba: Una vez dados los primeros pasos, podremos obtener las primeras reacciones (propias o ajenas, en función de la naturaleza de nuestro proyecto). Sea como sea, eso nos dará pistas para continuar nuestro camino por el sendero que iniciamos o, tal vez, intentarlo por alguno de los otros que trazamos en el punto 3.


Del mismo modo que el profesor de Harvard Dan Gilbert aseguraba que nuestro sistema inmunológico crítico está diseñado para hacernos pensar lo peor (“si intento dejar de fumar, tendré tanta ansiedad que lo pagaré con la comida así que, como no quiero engordar, no voy a intentar abandonar el hábito”), la gran lección de Roth es que, hasta que no ponemos algo a prueba –incluso a nosotros mismos- no sabemos cuál será el resultado –o de qué seremos capaces-, así que al menos vale la pena intentarlo.


El otro gran aprendizaje que se llevan los afortunados 16 estudiantes que, anualmente, pueden seguir esta clase es la de identificar y valorar sus verdaderos deseos. Como objetivo de curso, a cada uno de ellos se les pide que elijan un deseo personal, un proyecto vital que nunca hayan conseguido, ya sea lanzarse al emprendimiento o aprender a tocar la guitarra. A lo largo del curso, los alumnos trabajan con un ahínco que jamás mostraron en algo que para ellos es de vital importancia. En The Achievement Habit, este profesor menciona a un alumno lleno de talento que admitió no estar satisfecho con ninguno de los logros profesionales que había logrado. “Él estaba haciendo un gran trabajo en proyectos que los demás habían creado”, escribe. Así que otro de los importantes mensajes que este curso lleva escrito es la importancia de vivir la vida que queremos y no la que supuestamente debemos.


Por pequeño que pueda parecer, esos cinco gestos únidos a la idea de perseguir aquello que realmente deseamos y valoramos puede cambiar nuestra vida por completo: The Achievement Habit, el hábito del logro, habla de lo adrenalínico que es para las personas conseguir un sueño, y cómo alcanzarlo nos llena de esperanza, fuera y motivación para emprender otro.