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Sergi Arola: «Echo mucho de menos a Silvia Fominaya, cada segundo del día»

Por Un año más Sergi Arola sigue colaborando con los supermercados Lidl y en su línea de productos Deluxe. Además, en esta ocasión, el cocinero ha sido el protagonista de una iniciativa solidaria de estos supermercados, con la que durante unos días se podían probar sus platos en el Cine Capitol de Madrid. Para Sergi, éste no ha sido un buen año y está deseando que se termine, recuperando poco a poco la sonrisa.

Dicen que te vas fuera de España.
Estoy ya fuera de España. Estoy en Chile haciendo ‘MasterChef’, es una experiencia increíble. Estoy aprendiendo mucho.

¿Ha sido una huida?
No, es hacer mi trabajo y buscar un punto de reflexión. Después de todo lo vivido.

¿Ha sido un año fácil o complicado?
Ha sido un año muy jodido en todos los niveles, tanto personal como profesional. Tengo muchas ganas de que termine.

¿Cómo fue el momento de cerrar para siempre la puerta de tu restaurante en Madrid?
El más triste de mi vida. Es algo que nadie se lo puede imaginar, por la sensación de fracaso.

Además se dijo que fue de malas formas por tu exmujer.
Tampoco. Los dos somos dos personas muy educadas. Pero fue una sensación que transciende lo personal. Han sido 17 años y de golpe tienes que cerrar.

¿Tienes ganas de abrir otro restaurante en Madrid?
Tendría que ser algo que me hiciera muchísima ilusión para volver a Madrid. Hay otras opciones en España. Ahora todo lo que pueda decir hay que cogerlo con pinzas, porque ha sido un trauma cerrar el restaurante. Tampoco me gusta en lo que se ha convertido España.

¿Qué le pides al 2017?
Que sea un poco mejor que el 2016, con eso me voy a sentir mejor.

¿Y en el amor?
Nunca he cerrado la puerta con Silvia Fominaya. Ella tiene otras prioridades ahora mismo y la apoyaré hasta el ultimo día de mi vida.

Pero es duro estar esperando siempre.
..En mi caso lo tengo claro. Yo soy muy especial y no tengo necesidad de ir en flor en flor. En Silvia encontré todo un ramo de rosas rojas, que son mis preferidas. Cuando has encontrado eso, no tienes la necesidad de buscar otra cosa. La echo mucho de menos, cada segundo del día. Siempre pienso en ella.

Se te llena la boca cuando hablas de ella.
Sí, pero tengo que aceptar que ella tiene otras prioridades y que yo no soy una de ellas. Pero mientras que haya una brinda de esperanza, yo la seguiré esperando