Inicio Chiiist! ¿Sujetadores de terciopelo en el gimnasio?

¿Sujetadores de terciopelo en el gimnasio?


La ropa deportiva invadió gracias al athleisure y de la mano de celebrities como Kendall Jenner, las hermanas Hadid e incluso Alessandra Ambrosio. Ahora se invierten las tornas: la moda conquista los gimnasios. Las redes sociales, claro, han jugado su papel en esta nueva tendencia: las imágenes que se comparten entre máquinas de tonificación son miles cada día y un look cuidado, incluso en esa situación, parece obligatorio.


Prácticamente todas las firmas de prêt-à-porter, especialmente las marcas de mass market (como Zara, H&M o Victoria’s Secret), cuentan ya con línea deportiva entre sus catálogos, con diseños cuidados que beben de las tendencias de cada temporada. Y esto ha tenido una clara consecuencia en las clases de fitness: los tops deportivos son cada vez menos deportivos y más moda.


Atrás quedaron los tops de Lycra negra, con detalles neón y espalda de nadadora, que ocultaban una gran parte de la anatomía femenina. Ahora son muchísimas las mujeres que prefieren los diseños de tirantes finos, espaldas abiertas y detalles de moda, como cremalleras, tejidos metalizados o terciopelo. Con estos modelos, se sienten mejor, más guapas y con más ganas de entrenar; suponen una motivación extra para esforzarse en el gimnasio. Además, admirar los abdominales de otras chicas también puede impulsar a trabajar los propios.


Michi, Lululemon, Victoria’s Secret Sport o Fabletics (la marca de sportwear de Kate Hudson) son algunas de las casas norteamericanas responsables de que el abanico de los sujetadores deportivos se haya ampliado. Oysho o Zara, las firmas que han adaptado esta tendencia a nuestro país, con diseños que, a menudo, son solo aptos para un tipo de mujer: delgada y con un pecho pequeño. Porque el inconveniente de estos sujetadores es, precisamente, que no sujetan tanto como sería necesario. Y, aunque las necesidades de sujeción no son las mismas cuando se practica yoga que en una sesión de spinning o running, algunas mujeres se encuentran realmente incómodas con estos diseños tan escuetos.


A pesar de esta restricción de clientela, las firmas apuestan cada vez más fuerte por esta clase de tops que algunas modelos ya han lucido fuera de los estudios de fitness. Igual que sucedió con los leggings y las sneakers, establecidos ya como ropa habitual para el día a día, ¿traspasarán los sport bras las paredes de los gimnasios para convertirse en la próxima prenda fetiche del Street Style?