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Los Pujol siguen moviendo 3000 millones de euros por 13 paraísos fiscales. Hasta la semana pasada Marta Ferrusola continuaba evadiendo a Andorra

Marta Ferrusola fue vista la semana pasada en una entidad bancaria de Andorra
Jordi Pujol y toda su familia siguen libertad

Esta pasada semana, Marta -la hija de Jordi Pujol- fue vista entrando un una entidad bancaria andorrana con un maletín negro. Eso no es delito pero las sospechas de que los Pujol continúan evadiendo son algo más que rumores. Se sabe que las cuentas del clan situadas en los 13 paraísos fiscales localizados con cuentas a nombre de la familia Pujol, se mueven todos los días. El dinero negro -relacionado con el ex Muy Honorable- localizado hasta la fecha fuera de las fronteras del Estado se cifra, según la UDEF, en 3.000 millones de euros.

Según fuentes bien informadas consultadas por noticierouniversal.com, una tercera parte de la fortuna oculta de la familia Pujol estaría a salvo en Panamá y en Belice. Paraísos fiscales donde el dinero se  convierte en anónimo y nadie hace preguntas a cambio de que se pague bien. El hijo mayor de Jordi Pujol,Jordi Pujol Ferrusola, conocido en los ambientes políticos y empresariales catalanes como Junior, sería presuntamente el responsable de haber escamoteado el inmenso patrimonio que la familia poseía en Andorra.Todo empezó en el 2012, cuando el juez Ruz comenzó a investigar los depósitos de Pujol Ferrusola. Con una estrategia muy inteligente, y gracias a que el citado juez no tuvo el acierto de dictar ninguna medida cautelar con respeto a él, Junior comenzó una gigantesca operación de desvío de fondos hacia paraísos fiscales más lejanos y difíciles de acceder para la justicia española que Andorra. En paralelo, la familia Pujol pleiteó en los tribunales andorranos con Adnbank, la entidad en la que estaba depositada la famosa herencia del padre del expresident de la Generalitat. Esa cantidad, que Pujol confesó que tenía en el extranjero y que se revelaría como el chocolate del loro según se va viendo a lo largo de la investigación, fue la excusa que se empleó para el litigio. Los Pujol acusaron a su banco andorrano de revelación de secreto bancario y de filtrar datos confidenciales. ¿Qué se perseguía? Que se retrasara el máximo los trámites de la comisión rogatoria que la justicia había solicitado para esclarecer el origen y titularidad de las cuentas de los Pujol. Ganaron un año.Ese fue tiempo más que suficiente para que el dinero cambiase de lugar, que no de manos. Hasta el último minuto, Junior siguió traspasando dinero, constando presuntamente como última operación la que efectuó en el 2014, poco antes de que su padre declarase públicamente que tenía dinero en el extranjero sin declarar.Siempre según fuentes de la investigación judicial que sigue su curso, Junior compró la fundación panameña Kopeland, registrada como de interés privado. Este tipo de fundaciones son habituales en Panamá. Suelen ser utilizadas por lo común por narcos, traficantes de armas y, en general, personas que tienen fortunas obtenidas por actividades ilegales en sus países de origen. La opacidad panameña permitió que la compra se efectuase a través de la sociedad Global Services Advisory Limited, con sede en Belice, otro paraíso fiscal en el que el clan Pujol tendría depositados capitales.

Marta Ferrusola fue vista la semana pasada en una entidad bancaria de Andorra

Esta sociedad está dentro de lo que los expertos denominan una offshore. No precisa capital nominal y los nombres de accionistas y propietarios reales no constan en ningún sitio. Creada a propósito por el mismo bufete de abogados que vendió la fundación Kopeland a los Pujol, la sociedad fantasma era el último encaje que se necesitaba para meter debajo de la alfombra los miles de millones de euros propiedad de, presuntamente, el cobro de comisiones ilegales efectuadas a lo largo de más de treinta y cinco años.Este tipo de fundaciones tienen la cláusula de restricción por lo que atañe a no poder efectuar operaciones mercantiles de ningún tipo en suelo panameño, pero ése no era el objetivo. Se trataba de poner a buen recaudo el enorme capital que peligraba en Andorra.Personas próximas a la UDEF dicen que, al no poder demostrar los Pujol el origen de su inmensa fortuna, ésta maniobra les permitía ganar tiempo y poner así, de una vez y para siempre, a salvo el patrimonio familiar. Mientras que en Cataluña Artur Mas, hombre fiel a Jordi Pujol e íntimo amigo de Junior, tenía entretenido al personal con el proceso independentista, se realizaba todo éste intrincado laberinto de sociedades, paraísos fiscales y disimulo.La tapadera, sin embargo, no parece haber sido tan eficaz como se pretendía. Una vez conocidos algunos negocios hechos en localidades sudamericanas como Puerto del Rosario, la Fiscalía Anticorrupción junto con la policía española, siguieron tirando del hilo hasta dar con la clave: el auténtico beneficiario de Global Services, la empresa que mueve la compra de la fundación Kopeland, la que está moviendo los hilos de todo éste asunto, tiene un único beneficiario que es Jordi Pujol Ferrusola, el hijo, el todopoderoso, el que, según palabras de su propio padre, el ex president, era el encargado de los asuntos de la familia.Dos mil cuatrocientos millones de euros en Panamá, más los novecientos de Belice. Eso apunta fuentes de la investigación. Pujol, padre, cuando compareció ante la comisión de investigación del parlamento catalán se mostró indignado y dijo que él no sabía nada. Su mujer, Marta Ferrusola, más lenguaraz, espetó que Cataluña no se merecía eso. Tenía razón. Ni Cataluña ni los catalanes, caso de confirmarse todo esto, se merecen lo que hace la familia Pujol.