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Freud: inspiración onírica

El hotel Belle Vue




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La historia de Sigmund Freud


Contaba Freud que las ideas que le llevarían a escribir La interpretación de los sueños le vinieron a la cabeza por primera vez en el café restaurante Cobenzl, situado en una ladera de viñedos del suburbio vienés de Grinzing. Aunque donde dio forma a la teoría fue en el hotel Belle Vue, cercano al Cobenzl y con vistas a Viena, donde él y su esposa pasaron unas semanas en el verano de 1895.

El establecimiento ya no existe, pero una piedra conmemorativa recuerda las palabras escritas a su amigo Wilhelm Fliess sobre el lugar: «¿Crees que en un tiempo futuro habrá una inscripción en esa casa que diga que aquí, el 24 de julio de 1895, el secreto de los sueños le fue revelado al doctor Sigmund Freud?». El secreto partía de la división del aparato psíquico en tres niveles (consciente, preconsciente e inconsciente) y su interconexión a través del mundo libre de los sueños. De tal guisa que los asuntillos acumulados en el inconsciente por mor de la represión sexual, social e individual, saldrían a flote y a su aire en los argumentos oníricos, lo que les convertía en valioso recurso para la terapia de distintos trastornos.

Sueños y psicoanálisis

El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el conjunto de los actos comprensibles de nuestra vida despierta. Por eso Freud lo considera el resultado de una actividad intelectual altamente complicada, cuyo sistema teorizado lo llevaría al desarrollo del psicoanálisis.