El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), Leonardo Loza, aseguró este martes que la Cumbre de la Vía Campesina, que se realizará el próximo año en Bolivia, permitirá trazar un camino hacia la liberación de los pueblos del mundo.
La cumbre de la Via Campesina aglutina a 148 organizaciones de pequeños y medianos trabajadores del agro y comunidades indígenas a escala mundial.
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Esta organización “se asemeja a la Central Obrera Boliviana, donde están afiliados todos los trabajadores asalariados y no asalariados que siempre lucharán contra el imperio, el capitalismo y el sistema neoliberal en la búsqueda de la plena liberación de los pueblos”, explicó el secretario del movimiento.
Asimismo, Loza aseguró que del evento saldrán nuevas herramientas de lucha, lineamientos políticos e ideológicos por la libertad y los derechos de los pueblos indígenas.
«Nosotros con los brazos abiertos esperaremos a nuestros hermanos dirigentes del mundo, eso hace a Bolivia una capital ideológica, política y de los pueblos indígenas originarios del mundo», agregó.
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Anteriormente, el presidente boliviano Evo Morales explicó que la designación de su país como sede del conclave tuvo lugar la semana pasada, durante una reunión con representantes de la Vía Campesina y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, en Ginebra, Suiza.
El jefe de Estado es fundador de ambas entidades a inicios de los años 90, cuando era un líder sindical cocalero, junto con la premio Nobel de la Paz 1993, la guatemalteca Rigoberta Menchú.
El dignatario indicó que la Cumbre Política de trabajadores y movimientos sociales debe fortalecerse en todo el mundo para defender a los gobiernos progresistas y para enfrentar la «agresión imperialista» en los distintos países de Suramérica y América Latina en su conjunto.
En contexto
Evo Morales es el primer presidente indígena de la nación altiplánica y el único que más tiempo tiene en su cargo, gracias a una transformación social, política y económica. Actualmente enfrenta un gran reto en las políticas internas de ese país, pese a los continuos ataques de la derecha.
El dignatario ha permitido la participación de las comunidades indígenas, movimientos sociales, campesinos y obreros de todas las partes del país en las decisiones políticas, logrando de esa manera una gran aceptación popular que lo ha mantenido en el Gobierno por dos periodos consecutivos.
