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Disidentes cubanos auguran mayor represión tras muerte de Fidel Castro

Una disidente cubana es detenida por oficiales de seguridad antes del inicio de una manifestación por el Día Internacional de los Derechos Humanos en La Habana, Cuba, el miércoles 10 de diciembre de 2014. (AP foto/Ramon Espinosa)

Una disidente cubana es detenida en la vía pública (AP/Ramon Espinosa)

LA HABANA, Cuba.- Varias organizaciones de la disidencia cubana consideran que la muerte del líder de la Revolución y exgobernante Fidel Castro puede traer consigo un incremento de la represión política y un endurecimiento ideológico de los órganos políticos que dirigen la isla.

“Es bien complejo el escenario que tenemos con la desaparición física de Fidel Castro porque su figura mantenía un peso fundamental en la vida política de la nación cubana”, declaró a Efe el expreso político y secretario ejecutivo de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer.

En su opinión, a partir de ahora habrá “más controles y más represión” no solo para la disidencia sino también para los cuentapropistas (trabajadores privados), los artistas, y también se van a “radicalizar” las consignas del régimen.

Esta advertencia contrasta con algunos de los mensajes que ha enviado la dirigencia cubana en los últimos meses, en los que incluso el presidente Raúl Castro reconoció la importancia que tiene para la economía del país la apertura de espacios al sector privado.

“Pensamos que los operativos policiales y la detenciones a los opositores pueden aumentar”, apuntó, y citó el caso de varios miembros de UNPACU que en los últimos días han recibido advertencias de las autoridades para que “no realicen ningún tipo de actividad”.

De cara al futuro, Ferrer se declara “realista”, dice que no cree que las reformas emprendidas por Raúl Castro se profundicen y prevé un “endurecimiento ideológico” de la máxima dirección del Gobierno con el objetivo de que no se produzca un “resquebrajamiento”.

Ferrer considera que a mediano plazo el Gobierno de la isla “no va a poder contener las exigencias” de ciertos sectores del propio régimen porque la crisis económica del país y las ansias de cambios de la población obligarán a que “algo serio se ponga en movimiento”.

Pero eso, de acuerdo a su percepción, podría verse a partir del año 2020 en adelante cuando cree que tomarían “mayor ritmo” las reformas raulistas.

Y ante la posibilidad de que tras llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero próximo, dé marcha atrás al deshielo diplomático con la isla impulsado por la administración del mandatario saliente, Barack Obama, el opositor consideró que “todo va a depender de cómo se comporte Raúl Castro”.

En ese sentido se manifestó a favor de que “si aumenta la represión, no solo EE.UU debe revertir las medidas hasta ahora adoptadas hacia Cuba, también deberían replantearse su política la Unión Europea y otros países”.

Según sus argumentos “no sería correcto que se sigan abriendo puertas al régimen cuando este sigue tratando de hacer la vida más difícil al pueblo y reprime a sus oponentes políticos”·

En la misma línea, la líder del movimiento disidente “Damas de Blanco”, Berta Soler, denunció la detención de varias de sus integrantes.

Soler dijo que no ve el final de la represión a los opositores y citó como ejemplo el acoso y las detenciones temporales a su grupo durante 80 domingos consecutivos, y el arresto del grafitero Danilo Maldonado “El Sexto” ocurrido el sábado pasado por unas pintadas que realizó tras anunciarse la muerte de Fidel Castro.

Por su parte, la periodista independiente Miriam Leiva cree que la ausencia de Fidel Castro “le quita argumentos al entorno retrógrado que utilizaba sus palabras para frenar los cambios” en la isla, y a su juicio Raúl Castro “tiene ahora posibilidades de acelerar los cambios económicos y progresar en una apertura”.

“En estos momentos críticos por el cambio generacional inevitable, por la profunda crisis existente en el país sobre todo económica, el Gobierno tiene que incentivar al cubano y darle oportunidades de participación”, subrayó Leiva.

Asimismo consideró que Donald Trump deberá mantener las medidas aprobadas por su antecesor Obama, porque una confrontación “fortalecería las posiciones duras” dentro del Gobierno de la isla, lo que a su juicio crearía un entorno “muy difícil” para Raúl Castro y lejos de ayudar, “perjudicaría” a la oposición y al pueblo cubano.

“Espero que (Trump) escuche a amplios sectores de EE.UU, los empresariales, agricultores, comerciantes, que no dé marcha atrás a las medidas de Obama y que tenga en cuenta los intereses reales del pueblo cubano”, apostilló.

(EFE)