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Jorge Mas Santos: “Con la muerte de Fidel Castro se levanta un manto del mal”

Jorge Mas Santos (VOA)

Jorge Mas Santos (VOA)

MIAMI, Estados Unidos.- El presidente de la influyente Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Jorge Mas Santos, expresó hoy a Efe su convencimiento de que la muerte del exlíder cubano Fidel Castro, quien ha representado un “manto del mal” en la isla, “abre oportunidades” de cambios reales en el régimen.

Mas Santos, hijo del activista cubano fallecido Jorge Mas Canosa, fundador de la FNCA, se mostró visiblemente emocionado en un día, dijo, “lleno de esperanza para los cubanos del exilio y de la isla que luchan por su libertad”.

Pese a ser consciente de que la muerte de Castro (Birán, 1926-2016) “no representa la caída de un sistema en 24 horas”, sí transmitió su optimismo por un tiempo próximo en el que “se va a empezar a ver un acercamiento hacia cambios verdaderos, hacia una verdadera democracia en Cuba”, aventuró Mas Santos, presidente de la junta directiva de la FNCA.

En ese contexto, resaltó que “al levantarse con la muerte de Fidel Castro el manto del mal que representó”, aquellos que “se sentían con las manos atadas dentro del régimen castrista” pueden ahora promover “cambios reales para el futuro” del pueblo cubano, dijo en alusión a un posible movimiento aperturista dentro del Gobierno.

“Creo que se van a empezar a desencadenar eventos para acercarnos a ver un cambio hacia la democracia y las libertades dentro de Cuba”, se mostró convencido.

El programa de activismo de la FNCA se articulará, aseguró, en los mismo principios fundacionales: “seguir asistiendo a todos los cubanos, sean de la oposición o del régimen, que quieran ir hacia un cambio democrático” que promueva la “prosperidad” del pueblo cubano.

Sobre de qué manera la muerte de Castro afectará a la normalización de relaciones con Estados Unidos, bajo una Administración republicana, Mas Santos apuntó que el “acercamiento de EE.UU. a Cuba va a seguir con Donald Trump”, si bien con “algunos cambios y quizá restricciones”.

En cualquier caso, hizo hincapié, la “postura de la nueva Administración y lo congresistas cubanoamericanos no es relevante” en la apuesta del cubano de la isla por “tomar sus propio destino en sus manos”.

En parecidos términos, ante la esperanza de un futuro mejor para los cubanos, se expresó Janisset Rivero, del grupo del exilio Directorio Democrático, en Miami, quien consideró que con la muerte de Castro “desaparece un símbolo importante del sufrimiento del pueblo cubano”.

“Al morir Castro se abre una ventana de esperanza para que el pueblo pueda lograr esa libertad”, destacó Rivero, quien, no obstante, quiso dejar claro, al igual que hicieron todos los activistas del exilio, que “el castrismo sigue en el poder”.

Por ello llamó a la comunidad internacional a mostrar y reforzar su apoyo inequívoco a la “resistencia interna cubana” con el fin de lograr “de una vez sacar al régimen castrista del poder”.

También se pronunció Rivero sobre los “numerosos arrestos que se están produciendo” en la isla y el temor del exilio a que peligren las vidas de los disidente detenidos a raíz de la muerte ayer a los 90 años del líder de la Revolución.

Agregó que “hay un recrudecimiento de la represión y creemos que empeorará en el transcurso de la próxima semana”, cuando se lleven a cabo las honras fúnebres y el traslado del cadáver de Castro a la ciudad de Santiago, donde será enterrado.

A su turno, la directora fundadora del Museo Americano de la Diáspora Cubana, Ileana Fuentes, señaló que “la muerte de Fidel Castro inicia una era de restauración para el pueblo cubano, tanto en la isla como en todos los rincones de la diáspora”.

Fuentes pidió en un comunicado que en lo personal se le permita “al menos un sentimiento de alivio”, tras conocerse el deceso de un hombre “cuyos actos cambiaron el curso de la historia tanto para mí, como para mi familia y para cientos de miles de exiliados cubanos”.

La directora del citado museo, con sede en Miami, agregó que la muerte Castro deja “un legado involuntario, jamás por él previsto”, como es la “existencia de un caudal artístico creado en diáspora, de relevancia mundial, que él intentó impedir y borrar”.

(EFE)