Inicio Cuba Matthew: Las medidas y la realidad

Matthew: Las medidas y la realidad

Familia de Maisí sumida en el desamparo, tras paso de Matthew (foto cortesía)

Familia de Maisí sumida en el desamparo, tras paso de Matthew (Archivo)

GUANTÁNAMO, Cuba.- Entre las medidas dictadas por el gobierno cubano para ayudar a los damnificados por el huracán Matthew destaca la decisión de que el presupuesto del Estado financie el 50% de los precios de los materiales de construcción que se vendan a las personas cuyas viviendas presentan destrucción total o parcial, unida a la posibilidad de que los damnificados pueden solicitar créditos bancarios.

También se ha informado que se eximirá del pago de impuestos a los cuentapropistas durante septiembre, octubre y noviembre, y fueron rebajados los precios de 16 productos de alta demanda.

En Baracoa

Según refirió a este reportero en horas de la mañana de este martes Francisco Luís Manzanet Ortiz, coordinador del Movimiento Defensor de los Derechos Humanos Juan Pablo II, en Baracoa continúan a buen ritmo las acciones recuperativas, pero a pesar de eso todavía hay escombros en las calles y algunas zonas rurales carecen de electricidad.

Acerca de la entrega de recursos, declaró: “Hay descontento entre la población debido a la lentitud de las acciones. Están entregando tejas de cartón negro a quienes perdieron toda la cubierta de sus casas y tejas de cinc y fibrocemento para los que la perdieron de forma parcial. La entrega de dichos productos fue reducida a un 50% porque parece que no hay suficiente aún y porque el gobierno está priorizando la reparación de los techos de las escuelas y entidades estatales”.

Sobre la alimentación recibida, expuso: “Hasta ahora nos han entregado de forma gratuita siete libras de arroz, una colcha de trapear y artículos para el aseo personal. Es cierto que redujeron el precio a un grupo de productos pero la cantidad que llega a los mercados no es suficiente y se acaban rápido, por lo que la gente tiene que ir a comprarlos en las tiendas recaudadoras de divisas y no todos los ciudadanos pueden hacerlo”.

Acerca de la represión sufrida por los activistas pacíficos, Francisco Luís dijo a CubaNet que Baracoa está prácticamente en estado de sitio y los opositores han sufrido registros, detenciones y ocupaciones de numerosos bienes. Algunos de ellos han sido despojados de la ayuda material enviada desde el extranjero por la Western Union. En ese caso está el señor Keyber Rodríguez Fernández, a quien Matthew le destruyó totalmente la vivienda, y cuando fue a cobrar la ayuda fue detenido y despojado de ella.

Otra persona que nos pidió el anonimato refirió a CubaNet sobre las medidas adoptadas: “Son buenas, pero la entrega de techos no marcha a buen ritmo. Quizás eso se deba a que el envío de tejas no es suficiente, a la cantidad de documentos que hay que llenar o a los trámites que deben hacerse, pero en un país que tiene un Registro del Carnet de Identidad y un Comité de Defensa de la Revolución (CDR) en cada cuadra esa demora es incomprensible, mucho menos cuando está lloviendo casi todos los días y la inmensa mayoría de las viviendas continúa sin cubiertas”.

Sobre la resolución dictada por el Ministerio de Finanzas y Precios que exime del pago a los trabajadores del sector privado de las zonas afectadas, respondió: “Es otra buena medida, pero no se tuvieron en cuenta las características de cada ocupación (…) No es lo mismo ser un vendedor-elaborador de alimentos ligeros que dueño de una paladar (restaurante privado), o de una casa de huéspedes. En el primer caso, las inversiones para restablecer el negocio son pequeñas, pero en los otros no. Ten en cuenta que la mayoría de esos cuentapropistas en Baracoa son los que alquilan cuartos o casas y mientras no arreglen sus viviendas estarán imposibilitados de alquilarlas. Lo mismo ocurre con los dueños de las paladares cuyos equipos y viviendas han sido dañados; creo que en estos casos debieron prorrogar unos meses más el pago de impuestos”.

Maisí: Sin pausas, pero sin prisa.

CubaNet también contactó este martes, vía telefónica, con Onelia Gaínza, quien reside en la zona de Vertientes, en Maisí, la cual nos dijo: “Ayer llegó un envío de tejas procedentes de Maisí y en esta zona todas las personas recibieron tejas. Ahora lo que más preocupa es la alimentación pues los productos que llegan se acaban enseguida”.

Un matrimonio que reside en el poblado La Máquina y que se encuentra en Guantánamo aceptó declarar ayer lunes sus impresiones a CubaNet, pero sin que reveláramos sus nombres. Él, de 36 años, declaró: “En La Máquina todavía hay lugares donde no hay electricidad ni comunicación telefónica ni acceso por carretera. La gente se angustia debido a la lentitud del trabajo recuperativo. Es cierto que ya se están repartiendo tejas pero solo se entregan 19 por núcleo para garantizar el techado de un cuarto. El pasado domingo, en la zona donde vivo, la cola era de unas 70 personas y sólo alcanzaron tejas los primeros seis. Esto molesta mucho debido al tiempo que se pierde en estas gestiones y a la poca cantidad de tejas que están entregando, pero la gente se traga todo eso porque a la menor protesta vienen las “avispas” (miembros de las brigadas élites del Ministerio del Interior) y se llevan preso a cualquiera, pues, como repiten los dirigentes, no se va a permitir ningún ‘foco’”.

Acerca de la venta de productos de primera necesidad, la joven dijo: “Esos productos llegaron en cantidades insuficientes y volaron enseguida. Lo único que hemos recibido gratis ha sido agua mineral y unas libras de frijoles y de arroz donado por Brasil (…) Yo misma vi los cintillos de los sacos que decían: ‘Donación del gobierno de Brasil al pueblo de Cuba’”.