La Administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planea imponer nuevas sanciones a Irán, esta vez no por sus actividades nucleares.
Así lo ha afirmado este viernes el periódico The Financial Times, tras consultar a fuentes del entorno de Trump, según las cuales el equipo de transición de Trump ha empezado a sondear a varios republicanos del Congreso para aprobar nuevos castigos a Irán.
“Han comenzado a estudiar de cerca las opciones y entre ellas hay sanciones no nucleares”, ha explicado una fuente del Congreso.
(El equipo de transición del presidente electo de EE.UU.) ha comenzado a estudiar de cerca las opciones y entre ellas hay sanciones no nucleares”, según una fuente del Congreso estadounidense.
Estas restricciones se impondrían a Teherán por “su programa de misiles balísticos o cuestiones de derechos humanos”, según el rotativo británico, que sostiene que no incumplirían los compromisos adquiridos en 2015, cuando Irán y el Grupo 5+1 sellaron el acuerdo nuclear conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
Durante su campaña electoral, Trump ya había arremetido varias veces contra el acuerdo nuclear con Irán, tachándolo de “humillación” para su país. Sin embargo ha apuntado que no lo romperá, sino que lo revisará.
Por su parte, Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa a las Democracias, ha asegurado que “Irán es la única cuestión de política exterior que une a todos los elementos del Partido Republicano”. “Habría un amplio apoyo en el Congreso si la Administración de Trump adopta un enfoque más duro” contra Irán, ha agregado.
Sin embargo, The Financial Times indica que varios altos cargos republicanos ya han pedido a Trump que no tome tal medida de manera inmediata, para no comenzar su mandato con un golpe a los teóricos aliados internacionales de Washington.
El actual Congreso estadounidense aprobó la renovación de la Ley de Sanciones a Irán para prorrogar durante 10 años medidas con las que Washington trata de aislar a Irán. En reacción, Teherán reiteró que la prórroga de las sanciones va contra el pacto nuclear y “los compromisos de Washington con respecto al derecho internacional, que impide cualquier interferencia en los asuntos internos e internacionales de los demás países”.
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