Inicio EEUU Nace la Plataforma de Gallegos y Americanos contra Trump y el Odio

Nace la Plataforma de Gallegos y Americanos contra Trump y el Odio

«La disidencia es la forma más elevada de patriotismo. Non chores, loita! No a Trump, no al Ku Klux Klan, no al fascismo en USA». El grupo que al caer la tarde se ha citado en la plaza de Cervantes para recorrer a voz en grito las calles de la zona vieja de Santiago no supera las 10 personas, pero sabe hacerse oír, parece un regimiento. La mayoría son profesores de su lengua en Compostela y hoy van cargados de carteles con proclamas en inglés y en gallego. Avanzan por el empedrado con un poderío vocal y un ritmo de gospel que atraen enseguida a algunos turistas curiosos, y unos y otros se lían a hacerles fotos como si fueran un Pórtico de la Gloria sin andamios. Ha nacido Galegos n’Americans against Trump and hatred (Gallegos y americanos contra Trump y el odio), una plataforma integrada de momento por poco más de un centenar de estadounidenses residentes en Galicia, buena parte docentes y auxiliares de conversación todavía muy jóvenes, que se definen como «un movimiento político».

Desde finales de noviembre han llevado a cabo sucesivas concentraciones, por lo general poco concurridas pero igual de cargadas de convicción que la de la capital de Galicia, en la mayoría de las ciudades gallegas. Y además preparan charlas informativas para convencer a los ciudadanos de que «la depresión y la tristeza» que ellos sienten por su país y por el mundo desde el día en que las urnas convirtieron a Donald Trump en presidente de EE UU no son infundadas. Según informaban los pasquines que iban repartiendo por la calle, en Santiago, la reunión (bajo el título Trump e o fascismo) está prevista para el lunes 12 en el café SCQ.

Cartel de las primeras convocatorias de la plataforma.

«Somos conscientes de que el racismo, el machismo, la xenofobia, la homofobia, la islamofobia y todas las otras formas de intolerancia que Trump ha demostrado durante su campaña electoral son problemas globales», explican desde el colectivo. «Vemos el ascenso al poder de Trump y de otros líderes mundiales que respaldan estas ideas intolerantes como una amenaza a la libertad y a los derechos humanos del mundo entero». El grupo aprovecha el dorso del papel que reparte por la ciudad para recordar algunas de las grandes cifras que demuestran que EE UU es una tierra construída por todas las razas, fortalecida por su larga historia de inmigración: Allí viven 55,2 millones de latinos (y ya son un 17% de la población total); en los últimos 50 años, llegaron al país 59 millones de inmigrantes; un 14% de los habitantes nacieron en el extranjero. Entre 1965 y 2015, los nuevos llegados, sus hijos y sus nietos fueron responsables del 55% del crecimiento de la población de Estados Unidos, añadieron 72 millones de personas. Y si el ritmo se mantiene, en 2065 «no habrá ningún grupo racial mayoritario».

«Lo que importa es el carácter, no su color de piel, género, lugar de origen, orientación sexual o religión», defiende otro de los carteles que llevan en las manos mientras gritan a coro «ningún ser humano es ilegal». «El amor es más poderoso que el odio… La lucha es el único camino».