“Nada cambiará”, escribió Trump en Twitter, en uno de los siete mensajes que publicó esta mañana en una hora contra el nuevo cómputo de votos. El magnate inmobiliario acusó a los ecologistas de usar con fines propios el dinero recaudado para el recuento, subrayó que Clinton aceptó su derrota cuando lo llamó la noche electoral del pasado día 8 y recordó cómo, en el último debate televisivo, la demócrata dijo que aceptaría el resultado.
Hillary Clinton conceded the election when she called me just prior to the victory speech and after the results were in. Nothing will change
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 27, 2016
Es irónico que el mismo Trump rememore que, en ese debate, él declinó comprometerse a aceptar el resultado si le era desfavorable. En la recta final de la campaña, el republicano atizó el miedo a un posible fraude electoral e insistió en que el sistema estaba “amañado” en su contra.
Ahora es Trump el que está a la defensiva ante el runrún sobre unas hipotéticas irregularidades en el recuento, alimentado por un grupo de expertos que advierte que, pese a que la posibilidad es remota, no es descartable que los resultados hayan sido “manipulados o hackeados”.
A la mañana siguiente de las elecciones, Clinton aceptó públicamente su derrota y pidió un voto de confianza para Trump. El equipo de la demócrata se mueve en una fina línea: admite que no tiene evidencias de irregularidades, pero el sábado anunció que se sumaba a los esfuerzos del Partido Verde en Wisconsin y que podría hacerlo también en Pensilvania y Michigan.
En esos tres Estados, Trump se impuso por una diferencia total de unos 100.000 votos, lo que le permitió sumar los votos electorales necesarios para ganar los comicios pese a perder, por dos millones, en el cómputo de votos emitidos en el país. El republicano movilizó allí sobre todo a votantes de clase trabajadora gracias a su retórica contra el libre comercio.
Por la tarde, el multimillonario neoyorquino volvió a Twitter, su herramienta favorita en campaña para lanzar ataques, para minimizar la victoria de Clinton en votos populares.
In addition to winning the Electoral College in a landslide, I won the popular vote if you deduct the millions of people who voted illegally
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 27, 2016
El equipo de Trump teme que el creciente debate sobre el recuento eclipse su transición a la Casa Blanca y su victoria. Fue el candidato republicano más votado en unas presidenciales.
En varias entrevistas televisivas, Kellyanne Conway, asesora de Trump y su exjefa de campaña, también elevó este domingo el tono. Tildó de “llorones” a verdes y demócratas, y trazó un paralelismo con la decisión del republicano de incumplir su promesa de designar un fiscal especial que investigue a su exrival electoral. “Tienes a Donald Trump siendo bastante magnánimo con Hillary Clinton y la tienes a ella respondiendo uniéndose a este recuento”, dijo Conway.