Las cámaras de seguridad del hotel The Rodge INN, en Los Ángeles (EE UU), captaron esta semana una escena escalofriante. Un hombre entró en un ascensor con su perro atado a la correa, pero las puertas del elevador se cerraron antes de que el animal entrase. El huésped presionó el botón para subir de planta y el ascensor se puso en marcha, pero otro hombre consiguió coger al perro a tiempo y le ayudó a soltarse de la cuerda. Afortunadamente, el can se liberó de la atadura y salió ileso. La grabación fue difundida por el héroe de la escena y dueño del hotel, Ben Duke, que relató los hechos a los medios locales.