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Julio Ligorría: “Encontré a un Trump dispuesto a escuchar e interesado por América Latina”

Las futuras políticas de Donald Trump son un misterio que ha llenado de dudas e incertidumbres a la comunidad internacional. ¿Qué puede esperar América latina de Donald Trump? ¿Qué piensa el presidente electo de Latinoamérica? Julio Ligorría, ex embajador guatemalteco en Washington, tiene quizá la respuesta a algunos de estos interrogantes pues es uno de los pocos latinoamericanos que ha podido entrevistarse con Trump a pocos días de que el magnate entre en la Casa Blanca.

En la reunión en la que estuvo Ligorría, que se desarrolló en la Torre Trump de Nueva York el pasado 12 de enero, participaron además el diplomático y exsubsecretario para asuntos públicos del Departamento de Estado, David Duckenfield; el experto en temas hispanos de Estados Unidos, Freddy Balsera así como Carlos Giménez Jr, antiguo asesor de Trump en Florida.

El exembajador Ligorría, quien tuvo una participación muy sobresaliente en la elaboración del Plan de la Prosperidad y en lo relacionado con el tema de los migrantes, ha hablado con Infolatam de su cita con Trump y ha destacado que “no existe precedente histórico de un presidente de EEUU que antes de tomar posesión se reúna con latinoamericanos para tratar temas latinoamericanos. No lo hizo Jimmy Carter, ni Ronald Reagan, ni George Bush senior, ni Bill Clinton, ni George Busch jr, ni Barack Obama, Y eso que Obama ganó sus dos elecciones en parte gracias al voto latino. ¿Por qué lo ha hecho Trump? Porque le dijeron que era algo importante o porque le interesa: en la reunión, que duró unos veinte minutos, demostró estar informado y muy al tanto sobre los asuntos latinoamericanos”.

P-. ¿Cómo y de quién surgió la posibilidad de una reunión con Donald Trump?

R-. Fue una invitación orgánica. Es decir, gente alrededor de Trump, muy cercanos a él, que trabajaron con él en el pasado en La Florida, específicamente Carlos Giménez junior, un republicano que ha sido asesor del presidente electo, le convencieron de que sería bueno entrevistarse con consultores, asesores y expertos de América latina. A mí me llamaron por mi conocimiento de la crisis de los migrantes ya que el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) es una de las regiones que más emigrantes exporta a los EEUU. Por eso le transmití al presidente Trump que el tema migrante se puede ver de muchas maneras pero una forma de contemplarlo es como lo que es, un drama humanitario. Porque el migrante no quiere irse a EEUU y abandonar su tierra y a seres queridos. Se tienen que ir porque los gobiernos de estos países han sido históricamente irresponsables y han dado la espalda al drama social que se vive por el abandono que padecen los sectores más necesitados.

P-. ¿Qué ideas le transmitió a Trump sobre el problema migratorio?

R-. Le comenté al presidente electo que, en mi opinión, tres son los elementos que podrían generar un cambio en lo referente al tema migratorio. En primer lugar, que los gobiernos atiendan de forma directa y profunda los servicios de salud preventiva en sus respectivos países; que tengan protocolos de educación funcionales y efectivos; y que den sostenibilidad en temas laborales y del empleo lo cual implica trabajar políticas públicas que generen oportunidades de empleo en las zonas que más migrantes producen. Por ejemplo, en el caso guatemalteco, la frontera norte que colinda con México. La violencia social es un factor importante pero finalmente es más decisivo para la expulsión de población que no haya trabajo, salud, educación y oportunidades. Se requiere voluntad política y recursos para implementar esas políticas públicas, por ejemplo, combatiendo la corrupción y rescatando los recursos que deben ir hacia esas políticas públicas.

P-. ¿Es Trump tan fiero como lo pintan?

R-. El mundo de las percepciones se convierte muchas veces en la realidad. Pero frente a la percepción que existe sobre Trump, es necesario también destacar un dato: que tan solo ocho días antes de asumir la presidencia haya decidido abrir el espacio para hablar con gente de América latina tiene un gran valor y es un gesto muy importante. Es muy respetable que Trump impulse o acepte, aconsejado por sus asesores, convocar esta reunión para reunirse con hispanos y escucharlos. Incluso se interesó personalmente por el caso de Venezuela y la situación de Leopoldo López y Antonio Ledesma. No puedo asegurar que América latina vaya ser una prioridad para Trump pero sí puedo constatar el hecho y la evidencia de que esta reunión la abrieron ellos, no la pedimos nosotros. Ellos son los que están preocupados por la región y el tema migratorio está en la agenda de Trump como problema número uno junto a otros.

P-. Usted ha destacado que la principal fuente de migrantes a EEUU no procede de América latina

R-. Yo le comenté a Trump que hay que ser conscientes de que el mayor volumen de migrantes en el año 2014 vino de Asia. Ese año llegaron 1.3 millones de migrantes a EEUU. De los cuales 148 mil vinieron de India; 132 mil de China, 130 mil de México y 41 mil de Canadá. Además, un millón de mexicanos regresaron a México y 800 mil migraron a EEUU dejando una balanza negativa por primera vez en la historia. Tendencia que continúa en 2015. Sobre el muro, este es un tema que tiene muchas aristas. Un muro puede ser una política, puede ser tecnológico o físico. Trump habla de muro pero entre sus asesores piensan más en un muro de vigilancia tecnológica con drones etc.

P-. ¿Y qué opinión tiene sobre algunos de los hombres que rodearán a Trump?

R-. Yo ensalcé a Trump por el nombramiento de John Kelly como Secretario de Seguridad Nacional porque había trabajado con él cuando era jefe del Comando Sur y fui testigo de que entendía bien las causas profundas y raíces del problema migratorio, sobre todo en lo referente al drama humano del fenómeno. Kelly supo colaborar con los gobiernos de la región y atender la parte humana del fenómeno migratorio. Y colaborando con él redujimos las aprehensiones de 240 mil a 135 mil en 2015.

P-. ¿Cree que el “Plan Colombia” para el Triángulo Norte sigue teniendo viabilidad con Trump en la Casa Blanca?

R-. El Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte tiene varios ejes que incluyen planes de desarrollo en ámbitos que van más allá de la lucha contra los cárteles. Incluye crear instituciones sólidas y oportunidades de desarrollo así como mejoras en seguridad y justicia. Se trata de una política de Estado y es un programa difícil de revertir porque fue aprobado por el Congreso y por el Senado de los EEUU.

P-. ¿Venezuela y Argentina fueron también centros de atención durante su reunión con Trump?

R-. Junto al problema migratorio el otro gran tema que se planteó fue el del desarrollo económico de la región y ahí hablamos de Venezuela y Argentina. Fue muy grato que se ocupara especialmente y preguntara por la situación de los presos de conciencia, de Leopoldo López y de Antonio Ledesma. Le transmitimos que eran los iconos del descontento nacional con las políticas del presidente Maduro. Le dijimos que, más allá de las ideología y las diferencias políticas, en estos momentos Venezuela vive un drama humano que debe llamar a la compasión de los mandatarios de toda la región. Se trata de un país que vive un drama humanitario y de salud sin precedentes … es impostergable una medida que suponga un alto a esa injusticia que comete el régimen sobre los sectores más vulnerables. Todo ello puede desembocar en una guerra civil y hasta provocar una diáspora migratoria con impacto hemisférico, que acabaría alcanzando a EEUU.

P-. ¿La reunión cambió su imagen y percepción sobre Trump?

R-. Yo estaba, como muchos, muy impactado con el discurso de Trump. Entré en la reunión con las expectativas muy bajas, pensando que íbamos a escuchar únicamente un discurso unidireccional, sin diálogo. Tenía una expectativa muy pobre. Pero salí muy satisfecho de la reunión. Encontré a un presidente electo distendido, amigable, dispuesto a escuchar e interesado en la región. Conocía bien y de cerca lo que estaba ocurriendo en Argentina. Dijo conocer al presidente Macri y reconoció que la economía argentina va mejorando. Mostró ser un hombre enterado, un presidente electo preocupado por la región. Los únicos temas que no abordamos en la cita fue el del muro en la frontera con México y el de Cuba.

P-. Algunos piensan que no se puede confiar en Trump y que no merece la pena hablar con alguien como él

R-. Yo prefiero quedarme con las palabras de Balsera quien al ser preguntado por qué un demócrata se veía con Trump, él respondió que a partir del 20 de enero el presidente es Trump y como ciudadano norteamericano no puede apartarse ni perder la oportunidad de decir lo que piensa ante el que va a ser el máximo mandatario de su país. Para todos nosotros era una oportunidad para tratar de influir o al menos sensibilizar a Trump buscando cambiar o matizar los criterios que Trump posee sobre el hemisferio. No se trata de privilegiar las ideologías sino de democracia e intercambio de pareceres y, sobre todo, de dialogar y conversar.
Rogelio Núñez

Fuente: http://www.infolatam.com/2017/01/15/julio-ligorria-encontre-trump-dispue…