Empresas y autónomos van a ser los grandes paganos de la «fiesta» presupuestaria acordada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Las medidas incluidas en el Borrador del Plan Presupuestario 2019 remitido a Bruselas supondrán un aumento de la recaudación cercana a los 7.400 millones de euros, según los cálculos del Gobierno. De ellos, las compañías y los trabajadores por cuanta propia aportarán 5.566 millones de euros.
La medida que más dinero dejará en las arcas públicas si se aprueban los presupuestos es la limitación de las exenciones a los dividendos y las plusvalías generadas en el exterior y la tributación mínima de un 15% sobre la base imponible positiva del Impuesto de Sociedades –en caso de entidades que tributan al tipo incrementado del 30%, esta tributación mínima será del 18%–. Su impacto estimado en los Presupuestos es de 1.776 millones de euros. Se trata de una medida que afectará a las grandes compañías. El borrador también prevé una rebaja del tipo nominal del Impuesto de Sociedades para aquellas empresas que facturen menos de un millón de euros del 25% al 23%. La rebaja reducirá la recaudación tributaria en 260 millones, según los cálculos.
El nuevo impuesto sobre servicios digitales debería aportar otros 1.200 millones de euros. La tasa gravará los servicios de publicidad en línea, los servicios de intermediación en línea y la venta de datos recopilados a partir de información proporcionada por el usuario. Afectará a las personas jurídicas y entidades cuya cifra de negocio supere los 750 millones de euros y cuyos ingresos derivados de prestaciones se servicios sujetas a este impuesto en España sean superiores a los tres millones de euros.
El otro impuesto de nuevo cuño, el de las transacciones financieras, debería aportar 850 millones de euros. Su objetivo es gravar con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero, siempre que el valor de capitalización de la sociedad sea superior a los 1.000 millones de euros.
La medida estrella del acuerdo entre Sánchez e Iglesias, el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros el año que viene, también tendrá un importante coste para las empresas. Hacienda calcula que la medida le permitirá ingresar 2.000 millones de euros más gracias al aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social que trae aparejada esta mejora del SMI. Pero no sólo serán las corporaciones las que paguen este aumento. Este salario está relacionado con la base mínima de cotización de los trabajadores autónomos, por lo que la subida del primero arrastra necesariamente al segundo. ATA, la principal asociación de estos trabajadores, calcula que su base mínima pasará de los 932,7 euros al mes actuales hasta los 1.050. Esto elevará la cuota de cotización desde 277,9 euros hasta 321,9 euros, es decir, 420 euros más cada año.
