Consum: V
Los productos adquiridos a terceros a través de portales de venta como Amazon pueden ser falsos y peligrosos para la salud, según un informe reciente de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos. El estudio señala que los cargadores de imitación suponen un riesgo mortal por electrocución, las tazas pueden contener plomo y los cosméticos sustancias como mercurio o excrementos de rata. Pero la conclusión más preocupante de la investigación es que resulta complicado discernir entre el producto auténtico y la falsificación. Los vendedores prometían artículos nuevos y originales. Además, se vendían con una valoración positiva del 90% por parte de los usuarios: una estratagema para ganarse la confianza del comprador. El resto, eran críticas negativas de personas reales que, además, perjudican a la marca oficial. ¿Cómo podemos evitar caer en la trampa? “Nosotros usamos tecnología propia para detectar falsificaciones y enviamos un informe al creador oficial”, explican desde Azzgency, una consultora para empresas especializada en Amazon. “En el 95% de los casos, los productos falsos suelen cumplir con un patrón determinado. Un primer paso es mirar el tipo de opiniones vertidas, comprobar si están verificadas y fijarse en que no sean todas la misma fecha. El vendedor del producto y su precio también dan pistas sobre… si se encuentra un artículo barato y con este tipo de comentarios, mejor no compre”. Ya lo sabe.
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