«Es difícil imaginar que Alemania y Europa, los cuales se han beneficiado de la apertura de mercados y de la globalización, eviten y restrinjan en el futuro tales relaciones empresariales que son útiles para sus propias economías», añadió.
Al considerar la propuesta de la Comisión Europea y las enmiendas en la ley de inversiones alemana, las compañías chinas en Alemania se dieron cuenta de que enfrentarán una mayor incertidumbre y opacidad políticas en el futuro, lo que eleva de forma innecesaria el riesgo para la inversión extranjera, señaló la cámara.
La modificación de las leyes y normas pertinentes probablemente afecte los actuales y futuros planes de inversión de las compañías chinas. También dañará la economía y el entorno de inversión de Alemania y Europa, según la cámara.