- La protección de los empleados. Esto se aplica especialmente en aquellos negocios en los que existe un cierto grado de intervención física, como la construcción o el sector agrícola, pero lo cierto es que es válido para cualquier tipo de empresa. Velar por el bienestar físico y mental de los empleados no sólo es un requisito legal para cualquier empresa, sino que potencia la productividad laboral y el buen ambiente en el entorno de trabajo.
- La protección tecnológica. A día de hoy, contar con un buen nivel de protección tecnológica resulta imprescindible, independientemente del sector al que se dedique la empresa. Un antivirus adecuado es ya tan importante como una alarma o un chequeo médico regular para los empleados. Existen consultoras especializadas en seguridad tecnológica que pueden ser de gran ayuda, sobre todo en los supuestos en que este ámbito entrañe cierta complejidad. Además de eso, es importante que los empleados estén concienciados de la importancia de la seguridad y eviten malas prácticas como confiar contraseñas a terceros o enviar archivos confidenciales sin encriptar. Aunque existe una amplia variedad de antivirus de gran calidad (algunos a precios muy asequibles) uno de los más populares para las empresas es AVG.
- La confidencialidad. Esto hace referencia tanto a los empleados como a los clientes y es especialmente importante en el caso de todos aquellos datos asociados a personas, especialmente si implican aspectos relacionados con la salud o las nóminas. Contar con una buena política de protección de datos es un requisito legal y entraña una serie de medidas físicas y tecnológicas a adoptar en función del tipo de empresa de que se trate. Algunas empresas como Symantec se dedican especialmente a prestar servicios de encriptación de datos a pequeñas empresas y ofrecen recursos a medida para todo tipo de compañías.
- La protección del entorno físico. Muchas pequeñas empresas se sienten a salvo de los robos o asaltos a sus instalaciones, lo cual es claramente un error. Independientemente del tipo de sector o del tamaño de las instalaciones, es imprescindible contar con una buena alarma anti-robos, como la Alarma Verisure, que proteja la empresa y sus inmediaciones en todo momento.
- La protección ante demandas. Aunque esto no tendría que ser un problema, lo cierto es que la judicialización de la vida cotidiana cada vez está más presente y prácticamente los negocios de cualquier índole pueden acabar enfrentándose a una demanda judicial en algún momento. Contar con el asesoramiento de un abogado de confianza puede resultar una buena idea, incluso cuando no haya todavía problemas a la vista.
