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Consejo General de Economistas prevé un crecimiento del PIB del 1,6% en 2020

A nivel externo, nos enfrentamos ante la realidad del Brexit, la pandemia en China y la incógnita de elecciones en EEUU, aunque los años de elecciones se suelen convertir en años en los que se produce cierto impulso en bolsas y mercados.

A nivel interior, se sigue manteniendo buena tónica en el sector servicios e incertidumbres sobre el sector industrial. Se empieza a resentir la venta de viviendas, aunque la principal amenaza es un menor crecimiento del empleo, algo que va a seguir produciéndose a lo largo del año y que podría afectar al consumo y la demanda.

En este inicio de año son factores claves la aprobación de los Presupuestos; el control del déficit, que ha cerrado probablemente en el 2,5% y cuya reversión parece complicada; la no contención del crecimiento de la deuda, que cuenta afortunadamente (aunque no va a ser siempre) con una financiación barata; y, por supuesto, el problema pendiente de las pensiones, cuyo déficit y financiación es otro hándicap para los Presupuestos. Nuestra previsión es que la economía crezca entorno al 1,6%.

La tasa de variación anual de la inflación en 2019 ha sido del 0,8%, inferior a nuestras previsiones mensuales emitidas a lo largo del 2019. La evolución a lo largo del pasado año estuvo motivada básicamente, por el descenso de los productos energéticos (electricidad y petróleo). La inflación subyacente estuvo entorno al 1%, una décima más que en 2018.

Así pues, para el ejercicio 2020 y 2021, se espera un escenario parecido, salvo que se presenten nuevas incertidumbres. La desaceleración de la economía prevista para el primer semestre del 2020 y la política monetaria del BCE de tipos de interés cero no ayudarán a que la inflación supere significativamente el 1%.

El incremento moderado de la inflación subyacente podría hacer que el BCE, con su nueva directora Christine Lagarde, trate de poner en marcha una revisión de la tasa de inflación lejos de la política de años anteriores de acercarse al 2%.

A corto plazo la tendencia será de mantenimiento moderado de los precios.

La tasa de ahorro de los hogares la situamos en el entorno del 6,5% sobre la renta disponible, algo superior al año 2019.

Según la EPA (Encuesta de Población Activa), la ocupación en el cuarto trimestre de 2019 en España ha mejorado, con lo que la tasa de paro al cierre del año se ha situado en el 13,78%, mejorando ligeramente nuestra previsión del 13,92%. La ocupación ha alcanzado los 19,47 millones de personas, con un crecimiento de 401.000 personas, cifra inferior a las 500.000 personas de crecimiento de la ocupación entre 2015 y 2018, lo que indica una cierta desaceleración económica. Sin embargo, es preciso señalar que ha crecido más el empleo en las mujeres (255.000) frente a (146.000) en los hombres. Si bien, la tasa de paro femenina sigue siendo superior a la masculina.

Por lo que respecta a la previsión de la tasa de paro en este año 2020, coherentes con la previsión de un menor crecimiento del PIB, en torno al 1,6%, creemos que podría situarse en torno al 13,15% -13,25% y en torno al 12% en 2021.

Así mismo, prevemos que el empleo del sector público crecerá a un ritmo superior al sector privado, de acuerdo con la política económica anunciada por el Gobierno español. También continuará la gran dispersión regional del paro, con Comunidades Autónomas con tasas de paro inferiores al 10%, es decir, a niveles pre-crisis, y otras con altas tasas de desempleo.

En cuanto a la Bolsa española, preveíamos que el IBEX 35, cerraría el año en torno a los 9.650 puntos, nivel que se alcanzó el día 3 de enero de 2020. Para 2020 mantenemos nuestra previsión de que el IBEX cierre en torno a los 10.500 puntos ya que, si bien se han reducido notablemente las dos incertidumbres básicas de 2019 (la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el Brexit), todavía existe un largo camino, en ambos casos, para que las incertidumbres se disipen en su totalidad.

El entorno exterior sigue con incertidumbres. Si bien la reciente tregua comercial entre China y EEUU favorecerá la expansión internacional, habrá que analizar el impacto de la previsible pandemia provocada por el coronavirus. La producción industrial se podría ver afectada si se extiende el virus, así como otros sectores como el de viajes, entretenimiento y comercio. No olvidemos que las reglas globales del mercado están cambiando, está en decadencia el multilateralismo y se fomenta el proteccionismo. Todo ello en contra del comercio internacional. Incertidumbres pues, en un comienzo del año.