Correos había colocado el mercado asiático en su punto de mira y lo que era una aspiración se ha convertido ya en una realidad. La compañía española ha anunciado hoy que ha constituido una sociedad con el operador logístico Kerry Logistics y con el grupo chino GFS para la gestión integral de la recogida y envío de paquetes con origen en China.
La compañía pública española invertirá 5,7 millones de euros en la nueva sociedad, que promoverá la construcción de una planta de admisión y clasificación de paquetería a 100 kilómetros de Hong Kong, en una zona considerada el área de comercio digital transfronteriza más activa del mundo. Cuando opere a pleno rendimiento, el procesamiento de la nueva planta equivaldrá a 25.000 paquetes por hora, unos 500.000 paquetes al día con las máquinas operativas 20 horas por jornada.
Correos ya había manifestado públicamente su deseo de desembarcar en Asia porque se trata de un mercado que considera clave al generar el mayor volumen mundial de paquetes. Este negocio es clave para el futuro de la compañía dado que, con el envío de cartas a la baja, Correos es ya más una compañía de paquetería que de entregas postales. Sólo el mercado chino es el origen de más de 50.000 millones de paquetes al año, por lo que esta operación «supone incrementar el grado de integración con los principales clientes chinos y un paso de enorme trascendencia estratégica para captar en origen las actividades de admisión, clasificación y transporte», ha señalado Correos.
Según los cálculos de la compañía que preside Juan Manuel Serrano, esta operación permite a Correos acceder a un mercado que exporta más de 4.000 millones de paquetes anualmente, con proyecciones medias de crecimiento superiores al 20% en términos interanuales hasta 2022.
Con su llegada a China, Correos da el segundo paso en su proceso de internacionalización, que considera clave para su futuro. En abril, la compañía constituyó Correos Express Portugal tras la adquisición del 51% de la compañía portuguesa Rangel Expresso, perteneciente al Grupo Rangel. La compra se cerró por 11 millones de euros.
