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Educación financiera, la eterna asignatura pendiente

Pero, igual que por alcanzar la estabilidad, el ciudadano medio se debería preocupar de tener una formación multidisciplinar en el que, entre otras cosas, le queden claros conceptos de su día a día.

Valorar el esfuerzo de ganar dinero

Nadie debería llegar a la edad adulta y al momento de comenzar a trabajar sin conocer el esfuerzo que supone ganar el dinero. Hoy día, los jóvenes viven bajo el total amparo de sus padres hasta edades más avanzadas que hace unos años, y eso, en muchos casos, se traduce en sobreprotección.

Muchos padres de la generación Millennial tuvieron que perderse muchas cosas. Hasta hace unas décadas, los hijos eran una fuerza laboral más en la familia, y la posibilidad de estudiar estaba solo al alcance de unos pocos. Entre quienes podían hacerlo, el menor flaqueo era indicio suficiente para que el padre buscara un puesto de trabajo.

La situación ha cambiado mucho desde tal contexto hasta el de los famosos “ninis”. Las causas de que existan son variadas, y que las familias tengan bajos ingresos, que las tasas universitarias hayan subido o que existan evidentes dificultades para encontrar un empleo se suelen citar entre ellas. Sin embargo, también está extendida la aceptación de ser mantenido/a por los progenitores, lo que implica no sentir la necesidad de trabajar o estudiar y dedicarse por entero al ocio.

En tales circunstancias, es imposible conocer lo que cuesta ganar el dinero, y ser conscientes de lo que se puede comprar con él. Empezando por básicos como la alimentación. Se considera, por lo tanto, un principio básico para aplicar la sensatez a la hora de administrar el dinero.

Gastar lo que queda después de ahorrar

Lo habitual es que se haga al revés, primero se gasta y después se ahorra. Lo recomendable es guardar aunque sean cantidades pequeñas cada mes, alrededor de un 10% de los ingresos mensuales. La perseverancia, la paciencia y la confianza en el largo plazo hará que, en 5 años, 80 euros mensuales (el 10% de un suelo de 800 euros) se hayan transformado en 4.800, como mínimo.

Esta práctica serviría también para ajustarse a otro principio básico de educación financiera, ajustar el gasto al dinero del que se dispone. Es decir, no derrochar confiando en lo que se va a tener en el futuro, o confiando en una fuente de ingresos que suele ser única.

Los modelos de consumo que se nos inculcan conllevan a hacer pensar que tener más dinero, al ayudar a adquirir más bienes materiales, contribuyen a la felicidad. Caemos con frecuencia en la comparación con el cuñado o con el vecino, en el deseo de mostrar que tenemos más: una casa más grande, un mejor coche, el viaje más largo durante las vacaciones…

Son las expectativas poco realistas las que con frecuencia están detrás del endeudamiento, y la necesidad de recurrir a herramientas como los creditos online. Usada con criterio viene a ofrecer soluciones, pero conviene conocer las peculiaridades de esos créditos online que son, además, créditos online de respuesta inmediata que se hacen muy suculentos para quienes están necesitados. O, simplemente, tienen un capricho.

Conocer los conceptos

No se trata de hacer un master en direccion financiera, si bien los contenidos de un máster financiero o de cualquier curso de finanzas en Madrid o en la ciudad de residencia son más que recomendables para todo tipo de alumnos. Y es que habría que conocer conceptos básicos.

El periodista especializado Alex Arroyo, autor del blog Las leyes del éxito, cita entre lo necesario de crear en nosotros una mente rica, como primer paso hacia la prosperidad. También habría que adquirir una visión ética del dinero y las relaciones personales que genera.

El experto también resalta la necesidad de diferenciar entre activos y pasos, además de conocer las diferencias entre los ingresos lineales y los pasivos o residuales. También él destaca la importancia de adquirir hábitos para el ahorro, aprendiendo a establecer metas financieras y a valorar el crecimiento a largo plazo. Igual de necesario es estimular el emprendimiento y la creatividad para generar ingresos.

Cada operación, a su vez, lleva asociadas unas características que habría que conocer con antelación. Sucede, por ejemplo, con los creditos sin importar asnef, préstamos urgentes en forma de créditos online.

Muchos ciudadanos ni siquiera conocen cómo funciona ASNEF. No se trata en sí, como se suele pensar, del fichero de morosos, sino de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito, que gestiona tal información.

Agrupa a entidades de todo tipo que tienen tal consideración, y que con frecuencia están especializadas en los créditos al consumo. Hablamos de entidades financieras, sí, pero también también de compañías telefónicas, de empresas de suministros, aseguradoras o incluso administraciones públicas.

El fichero de morosos que gestiona, servicio por el que principalmente es conocida, contiene información sobre las personas que tienen una deuda contraída e impagada con alguno de sus socios, consultable por los demás. Esta determina el comportamiento que las empresas tiene con un usuario.

Aunque en 2011 constaban cuatro millones de persona en el fichero, la ASNEF también ha sido condenada en muchos casos por vulnerar el derecho al honor de los consumidores, y estos suelen desconocer sus derechos. Una muestra más de que falta educación financiera.