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El acero y el escándalo de Facebook se cuelan en la cumbre de líderes de la UE

En poco más de 24 horas los gobiernos europeos saldrán de dudas y comprobarán si Donald Trump pasa de las palabras a los hechos e impone aranceles al acero y aluminio procedente de la Unión Europea. Una polémica que coincide de lleno con la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se reúnen desde este jueves en Bruselas con una cargada agenda y muy pendientes de Washington. Hasta el punto de que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha incluido el debate comercial en la agenda. «Todavía hay tiempo para actuar con sensatez», advertía este miércoles.

Las noticias que llegan del otro lado del Atlántico no permiten cantar victoria aunque la retórica de guerra comercial parece haber quedado de momento aparcada. La comisaria de comercio, Cecilia Malmström, lleva desde el martes en Washington –también ha pasado por la capital estadounidense el ministro alemán Peter Altmaier– intentando arrancar a su homólogo estadounidense Wilbur Ross el compromiso de que la UE quede excluida de la nueva medida proteccionista, lo mismo que Canadá y México.

Hasta ahora lo único que ha logrado es la promesa de «poner en marcha inmediatamente un proceso de discusión con el presidente Trump y la Administración americana sobre cuestiones comerciales de mutua preocupación». Entre ellas el acero y el aluminio que centrará el primer debate de los líderes europeos. Malmström, responsable de gestionar la política comercial europea, cuenta con el «apoyo pleno» de los gobiernos europeos pero la cumbre de este jueves servirá de termómetro al más alto nivel político para medir el grado de apetito por las represalias en caso de que Washington castigue a Europa.

Esperando a Trump

«La semana pasada hice un llamamiento al presidente Trump a favor de las negociaciones comerciales en vez de la guerra comercial. Todavía espero una respuesta positiva de Washington. Soy cautelosamente optimista», aseguraba el político polaco en vísperas de la discusión. «Si Estados Unidos se mantiene proteccionista el mundo tendrá un problema. Todavía no estamos ahí y hay tiempo para actuar sensatez», reiteraba recordado al aliado estadounidense que comparten su preocupación por la sobrecapacidad de acero de China y garantizando su compromiso a resolver el problema este año.

La UE no quiere abrir una nueva guerra comercial de la que solo saldrían perdedores y defiende que las relaciones trasatlánticas son vitales aunque de momento descarta retomar las negociaciones del acuerdo de libre comercio (TTIP en sus siglas en inglés) congeladas tras la llegada de Trump a la Casa Blanca. Lo que si pedirá el Consejo Europeo es acelerar las negociaciones con países y bloques como Mercosur, Singapur o México.

Además de la polémica comercial también se colará en el debate de los líderes europeos el escándalo por la fuga masiva de datos que afecta a Cambridge Analytica y Facebook. Tusk quiere aprovechar este escándalo para debatir sobre la necesidad de garantizar «prácticas transparentes» como la protección total de la privacidad y los datos personales de los ciudadanos a través de redes sociales y plataformas digitales. En su opinión, la UE debe aumentar su capacidad de resistencia a las amenazas híbridas, como noticias falsas e interferencias electorales. Un objetivo «particularmente relevante en vista de las recientes revelaciones sobre Cambridge Analytica».

Solidaridad con Reino Unido

Durante la cumbre, los líderes de la UE volverán a expresar su solidaridad con el Reino Unido en relación al reciente ataque con gas nervioso en Salisbury sobre el que informará la primera ministra Theresa May. Una solidaridad que quedará reflejada en las conclusiones de la cumbre aunque ninguna delegación ha pedido sanciones adicionales contra Rusia y el gobierno de Vladimir Putin a quien Tusk sigue sin felicitar por su victoria en las últimas elecciones.

Las discusiones también permitirán abordar las tensiones en el mediterráneo oriental con Turquía, por las prospecciones de gas y la próxima reunión de alto nivel de Varna (26 de marzo), formalizar oficialmente el nombramiento de Luis de Guindos como próximo vicepresidente del Banco Central Europeo en sustitución del portugués Vitor Constancio. El presidente Mario Draghi también estará este jueves en Bruselas para hacer balance de la situación económica mientras que su colega del Eurogrupo, Mário Centeno, hará lo mismo en relación a la unión bancaria. En el plano económico la agenda de este jueves también incluye un debate sobre la fiscalidad y la nueva tasa digital planteada por la Comisión Europea.

Debate sobre el brexit

La UE dejará para el viernes el ‘Brexit’ y la reforma de la eurozona. Tusk ha indicado que recomendará a los 27 líderes europeos que den la bienvenida al acuerdo de transición pactado entre los negociadores de Londres y Bruselas el pasado lunes. Un texto que reflejará la preocupación de España de dejar claro de nuevo que sin acuerdo previo entre Londres y Madrid sobre Gibraltar el pacto transitorio no se aplicará al Peñón.

La reunión a 27 también servirá para aprobar las orientaciones de negociación sobre las relaciones futuras entre la UE y el Reino Unido que dejan claro que la única opción teniendo en cuenta el deseo del gobierno británico de abandonar el mercado único y la unión aduanera es un acuerdo de libre comercio.

Reforma de la Eurozona

La jornada del viernes también deparará una cumbre de la eurozona aunque no se esperan decisiones al menos hasta junio. La formación de gobierno en Alemania y la reelección de Angela Merkel han permitido a Berlín y París retomar las negociaciones aunque la fuerte oposición surgida entre los países del norte de Europa augura muchas dificultades a Emmanuel Macron en su ambiciosa agenda reformista. Para acotar el debate Tusk propone abordarlo a partir de dos elementos: un presupuesto para la eurozona y las medidas para reforzar la disciplina fiscal.