Inicio Actualidad Económica El Brexit contrae el PIB británico por primera vez desde 2012

El Brexit contrae el PIB británico por primera vez desde 2012

A las turbulencias financieras, económicas y comerciales que han impactado en el último mes en la economía mundial –guerra comercial entre EE UU y China, índices en negativo de las bolsas o los primeros golpes de una probable guerra de divisas– se han unido ahora tres elementos más que auguran tiempos complicados: el impacto de un Brexit duro, la ralentización de las exportaciones alemanas y la crisis política que ha disparado la prima de riesgo italiana.

Ayer se dio a conocer la tasa de crecimiento de la economía del Reino Unido en el segundo trimestre, y los datos no son halagüeños, ya que se contrajo un 0,2%, lo que supone la primera caída del PIB británico desde el cuarto trimestre de 2012, y un primer indicio de lo que puede venir con un salida de la UE desordenada. En comparación con el segundo trimestre de 2018, perdió seis décimas en su crecimiento interanual –cayó del 1,8% al 1,2%–.

Entre abril y junio, únicamente el sector servicios aportó crecimiento a la economía, con una expansión del 0,1%, la más débil en tres años, mientras que el sector productivo registró una caída de la actividad del 1,4%, la mayor desde finales de 2012. Y las previsiones de los analistas para el segundo semestre tampoco son buenas.

El Banco de Inglaterra presentó a la baja las previsiones de crecimiento de la economía del Reino Unido este año y el siguiente, hasta el 1,3% en ambos casos, después de que la institución decidiese de forma unánime mantener los tipos de interés en el 0,75%.

Tampoco llegan buenas noticias desde Alemania. Sus exportaciones no remontan y alcanzaron los 106.100 millones de euros el pasado mes de junio, la cifra más baja en lo que va de año y que representa una caída del 0,1% respecto al mes anterior y de un 8% en comparación con junio de 2018. Los datos publicados por la Oficina Federal de Estadísticas anticipan «una ligera contracción» del PIB de la denominada «locomotora europea» tras la batería de malos datos macroeconómicos de las últimas semanas.

«En el conflicto comercial entre Estados Unidos y China no hay que tener en cuenta el impacto directo sino el indirecto del mismo, que es lo que pesa sobre las exportaciones alemanas», señaló a Efe Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania, que destacó que las ventas germanas a las dos mayores economías mundiales se han comportado mejor que las exportaciones a otros países, la mayoría europeos.

Otro elemento distorsionador de la economía europea irrumpió ayer tras la crisis política abierta en Italia. El anuncio de una moción de censura contra el primer ministro, Giuseppe Conte, por parte de La Liga, el partido que dirige Matteo Salvini, provocó un fuerte repunte de la rentabilidad de la deuda del país transalpino, ampliando el diferencial del bono italiano a diez años respecto del bund alemán a máximos desde junio, con la mayor subida de la percepción del riesgo en una sesión desde 2018. La prima se disparó hasta los 238 puntos básicos, de los 209 del jueves, y la rentabilidad se situó en el 1,803% frente al 1,53% del jueves. La Bolsa de Milán se vio castigada y su índice selectivo FTSE MIB perdió un 2,48% al final de la jornada, hasta situarse en 20.324,23 puntos.

Japón también frena su crecimiento

El crecimiento del PIB de Japón entre los meses de abril y junio se ralentizó al 0,4% desde el 0,7% registrado en el primer trimestre del año, aunque el ritmo de expansión superó la previsión del 0,1% gracias al mejor comportamiento del consumo de los hogares, que compensó la ralentización de las exportaciones. Sin embargo, las exportaciones, principal músculo de la economía nipona junto al consumo doméstico, retrocedieron un 0,2 % en comparación con abril-junio de 2018.