Preocupación en el sector agrario por su posible transferencia a Ribera. El ministro Planas deberá afrontar la negociación de la PAC
¿En qué Departamento terminará la política de desarrollo rural? Ésta es la principal incógnita que preocupa en estos momentos en el sector agrario, una vez que se ha conocido la composición del nuevo Gobierno y se ha despejado la duda de la continuidad del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y de Luis Planas como titular. Ello se debe a la creación de la vicepresidencia de Transición Ecológica y Reto Demográfico, al frente de la que estará Teresa Ribera.
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De entrada, es necesario dotar de contenidos, competencias, presupuesto y de funcionarios a esta última vertiente del «reto demográfico» y de la lucha contra la despoblación. Hasta ahora existía, desde la época de Mariano Rajoy, un comisionado, pero que no tenía prácticamente recursos, entendidos como fondos y personal. Es evidente que uno de los elementos más importantes para hacer frente a la despoblación es la política de desarrollo rural, que hasta ahora depende del Ministerio de Agricultura. Y dentro de la misma destaca también todo lo relativo a los regadíos, que está en función de que haya agua y, en definitiva, de la política de aguas, que actualmente está en el Ministerio de Teresa Ribera.
A la vista de lo anterior, y de que Planas no se caracteriza precisamente por dar batallas, y menos si eso supone enfrentarse a una vicepresidenta, hay una gran preocupación en el sector agrario ante la posibilidad de que lo relativo al desarrollo rural quede adscrito a Ribera.Ese es el primer reto de Planas, que se despejará cuando se conozca la estructura del nuevo Gobierno. A continuación vendrá lo relativo la formación del equipo por parte del ministro que repite. Ese equipo se debe enfrentar en los próximos meses a la negociación de la PAC del futuro, que se acelerará una vez se alcance el acuerdo sobre el Marco Presupuestario de la UE para el periodo 2021/27. Por otro lado, hay que solucionar las crisis de precios existentes, como la del aceite de oliva, y estar pendiente de la convocatoria de movilizaciones por parte de las organizaciones. El Brexit y la guerra comercial con Estados Unidos son otros asuntos prioritarios.
