«La región sigue siendo el principal motor de la economía global, con más 60 por ciento del crecimiento mundial total», dijo Rhee.
No obstante, alertó, la región se enfrenta a medio plazo a factores en contra como las condiciones financieras internacionales, la adopción de políticas cerradas y el incremento de la tensión geopolítica.
«Las tensiones comerciales deben ser resueltas a través del multilateralismo y del sistema basado en las normativas que hemos creado», apuntó Rhee, para quien «no habrá ganadores en la llamada guerra comercial».
Para aliviar la tensión, sugirió a las economías asiáticas que protejan el multilateralismo con medidas decididas como promover la demanda nacional, adoptar un sistema de divisas más flexible y seguir abriendo el sector servicios.
Las economías asiáticas se han beneficiado mucho del sistema de comercio internacional y, en cierto sentido, también han contribuido a protegerlo y modernizarlo, anotó.
El subdirector de su departamento, Markus Rodlauer, advirtió también en la rueda de prensa del impacto negativo que tienen las tensiones comerciales en las cadenas de suministro globales y abogó por el multilateralismo para resolverlas.
Según resaltó, tanto los países fabricantes como los consumidores se han beneficiado en gran medida de las eficaces cadenas que existen en la actualidad.
«El sistema de comercio multilateral abierto basado en instituciones fuerte es muy importante, y nosotros lo apoyamos», dijo Rodlauer.
En cuanto a la economía china, apuntó que la perspectiva para el futuro cercano es muy buena y positiva. Factores como los beneficios de la productividad y el reequilibrio constante apoyarán, entre tanto, la perspectiva a medio plazo, precisó.
