La ministra de Trabajo no descarta un real decreto antes incluso de que acabe el año
El Gobierno en funciones no sabe ni cuándo ni cuánto, pero su voluntad de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de cara a 2020 es firme. Así lo expresó ayer la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio quien defendió la puesta en marcha de esta medida cuando haya un Gobierno “en plenitud de funciones” y “antes de que termine el año”. La ministra realizó estas declaraciones ayer al término de un Consejo en Bruselas con sus homólogos europeos y después de que Esquerra Republicana (ERC) enfriase el pasado martes las posibilidades de una investidura antes de que finalice 2019. “Lo mejor es que antes de que termine el año se pudiese sacar un real decreto para ver qué hacemos con el SMI, previamente realizadas esas consultas con los agentes sociales”, aseguró la ministra, si bien también recordó que no es la primera vez que este tipo de medidas se han llevado a cabo ya entrado el año, en enero o incluso febrero.
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Valerio, sin embargo, no aclaró si el Ejecutivo llevará a cabo este incremento independientemente de que continúe su situación de interinidad o preferirá esperar a la investidura, teniendo en cuenta también que las consultas con los agentes sociales ni siquiera han comenzado. Durante su campaña electoral, el Partido Socialista defendió un salario mínimo de 1153 euros al mes al final de legislatura (el equivalente al 60% del salario medio en España), un 28% más que los 900 euros actuales en 14 pagas. Este incremento se quedaría aún así lejos del pretendido por Podemos, socio prioritario de un hipotético Gobierno de Pedro Sánchez. La formación liderada por Pablo Iglesias tiene intención de llevar el salario mínimo hasta los 1.300 euros mensuales.
Efectos negativos
A pesar de que para el Gobierno en funciones la revalorización actual ha sido un éxito, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha reconocido recientemente que esta medida ha implicado “problemas” para algunos sectores como el empleo doméstico o la agricultura, donde la subida del salario mínimo ha aumentado la economía sumergida. En el primer caso, Granado ha explicado que 13.000 personas han dejado de cotizar al régimen de empleada de hogar porque las mejoras salariales en otros sectores les han impulsado a abandonar este empleo. Según el secretario de Estado, esos puestos han sido sustituidos por trabajadores en situación irregular que no cotizan a la Seguridad Social. En el segundo caso, los empleados están teniendo problemas para cobrar las horas extra y han abandonado el trabajo en el campo para buscar una ocupación en el sector servicios.
Otras instituciones también han alertado de los peligros de seguir subiendo el salario mínimo. El Banco de España preveía una destrucción de 125.00 empleos, el equivalente al 0,8% de los 16 millones de ocupados a tiempo completo. El Círculo de Empresarios también pronosticó en septiembre efectos negativos por el “decretazo» de Sánchez. En concreto, John de Zulueta, presidente del Círculo, estimó que “la subida del SMI va a crear economía sumergida, más paro y a los jóvenes les dará menos oportunidades laborales”.
