El Tesoro público ha adjudicado este martes letras por un importe de 4.521,17 millones. La emisión se ha dividido en 3.726,17 millones en letras a doce meses, a un interés marginal del -0.502%, y 795 millones en letras a seis meses a un interés de -0.529%. La demanda volvió a doblar a la oferta, y en ambas emisiones se volvió a marcar un nuevo mínimo histórico.
Lejos de ahuyentar a los inversores por las crisis políticas en Italia, China y Argentina, la deuda pública ha visto incrementada su demanda durante las últimas semanas. Los altos niveles de incertidumbre han motivado el traspaso de capitales de activos de riesgo hacia renta fija. A pesar de que el interés que ofrece la deuda soberana es muy bajo, los inversores priman en estos momentos la seguridad sobre la rentabilidad.
El BCE afirmó durante su última reunión del mes de julio, que, si la economía europea continuaba desacelerándose, aplicaría nuevas medidas de estímulo para tratar de restablecer el crecimiento. Durante este mes de agosto, las crecientes tensiones comerciales, y las distintas crisis políticas podría dañar las perspectivas económicas, presionando al organismo europeo a flexibilizar su política monetaria durante el mes de septiembre. Las nuevas medidas, podría seguir presionando los intereses de deuda hacia niveles todavía más bajos.
