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Emilio Ybarra, una vida dedicada a la banca

EMILIO DE YBARRA Y CHURRUCA, uno de los financieros más relevantes del panorama español, fue máximo responsable del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y copresidente de la entidad bancaria resultante tras la fusión del BBV y Argentaria (BBVA).

Nacido el 9 de noviembre de 1936 en San Sebastián, Guipúzcoa (España), es licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid y en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto (1958).

Empezó su trayectoria profesional como subdirector general de la empresa minera Orconera en Baracaldo (Vizcaya).

En 1964 ingresó en el Banco de Bilbao y en 1967 fue nombrado director general de Organización y Personal.

Nombrado subdirector general del Banco de Bilbao en 1970, entró a formar parte del consejo de administración de la entidad en 1971. Ese mismo año fue designado consejero delegado de la Corporación Industrial Bancobao, una sociedad dependiente del Banco de Bilbao.

Ybarra fue nombrado consejero delegado del Banco de Bilbao en 1976 y vicepresidente de la entidad en 1986.

Partícipe activo del proceso de fusión de los bancos Bilbao y Vizcaya, en 1988 fue nombrado vicepresidente del nuevo Banco Bilbao Vizcaya (BBV).

El 20 de enero de 1990 fue elegido presidente del BBV, tras la muerte de Pedro Toledo y a propuesta del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio.

Como máximo responsable de la entidad financiera auspició la expansión de la entidad a través de fusiones e inversiones en el exterior, en especial en Iberoamérica.

En octubre de 1999 el BBV y Argentaria se fusionaron y Emilio Ybarra y Francisco González pasaron a copresidir el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).

Según el acuerdo de fusión, Ybarra debería de permanecer al frente de la entidad hasta marzo de 2002, fecha de su jubilación, pero en diciembre de 2001 renunció a sus cargos de presidente y consejero delegado al considerar que el proceso de integración había culminado con éxito y también cesó como consejero delegado.

Sin embargo conservó la copresidencia de la Fundación Banco Bilbao-Vizcaya, a la que pertenecía desde su creación en 1989 y mantuvo su puesto en el Consejo del mexicano BBVA Bancomer y la vicepresidencia que ocupaba en Repsol desde julio de 1996.

Sin embargo, el 11 de abril de 2002, Ybarra renunció a todos estos cargos después del expediente del Banco de España a la entidad por la constitución de los fondos gestionados por la entidad Alico, procedentes de cuentas secretas en paraísos fiscales, destinados a compensar la pérdida de retribuciones de los consejeros procedentes del BBV tras su fusión con Argentaria.

Por este caso, el 25 de noviembre de 2005, Emilio Ybarra fue condenado por la Audiencia Nacional a seis meses de prisión y multa de 27.000 euros por apropiación indebida.

Aunque no ingresó en prisión por la levedad de la pena y por no tener antecedentes penales, presentó un recurso ante el Tribunal Supremo, que le absolvió en noviembre de 2006 al entender que tenía poderes otorgados por el consejo de administración del BBVA para constituir fondos de pensiones.

La Audiencia Nacional también decidió ratificar el 11 de mayo de 2007 el archivo del caso de las “cuentas secretas”, presuntamente ocultas en paraísos fiscales, por el que la Fiscalía Anticorrupción había solicitado dos años y medio de cárcel para Emilio Ybarra en febrero de 2006 por un delito continuado de falseamiento.

Con anterioridad había estado imputado en algunos procesos judiciales relacionados con el BBVA y el caso Filesa, aunque finalmente fue absuelto.

En el ámbito empresarial, fue presidente de Tubos Reunidos, de Eguren-Kone SA, vicepresidente de Española de Minas de Somorrostro y vocal de Vizcaya de Seguros y Reaseguros y de Comercial Manufacturas Metálicas.

Es miembro de la Fundación Príncipe de Asturias, de la sección española de la Comisión Trilateral y del Consejo Superior de Cámaras de Comercio y es académico numerario de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF).

Ha sido presidente del patronato de la Universidad de Deusto y de la Fundación Vasca para el Fomento de la Calidad.

Ha sido reconocido con la Gran Cruz del Mérito Civil, la Orden de Isabel la Católica, la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la medalla de oro del Spanish Institute de Nueva York y el premio Juan Lladó por su labor en el mecenazgo cultural y la promoción de la investigación.

Estaba casado con María Aznar Ybarra con la que tuvo cuatro hijos.