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En búsqueda del activo alternativo con rentabiblidad interesante en tiempos de interés cero

Del lado de los Fondos de Inversión. En el informe de Inverco, Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva, a cierre del mes de junio 2019, podemos ver la evolución de este activo, uno de los preferidos por los inversores, pues existen 11.3 millones de cuentas de partícipes. En dicho documento se destaca que los inversores continúan apostando por las categorías más conservadoras, en particular por los Fondos de Renta Fija.

Si nos fijamos en la rentabilidad de estas categorías en los últimos doce meses, ésta oscila entre el 0.10% y el 1.71%. (a tres años entre el -0.15% y el 0.46%). No son cifras extraordinarias, pero hay que señalar que en su mayoría son positivas.

Por lo que respecta a los planes de pensiones, la información a marzo de este año (aún no está junio en la fecha en el que escribí este artículo), las categorías de planes individuales de renta fija, con 7.5 millones de partícipes, presentan rentabilidades en los últimos doce meses que van entre el -1.20% y el -0.61 %. Aquí no hay excepciones y todas las rentabilidades son negativas.

Con los números que llevamos hasta aquí, parece claro que muy satisfecho no debe estar el ahorrador medio español. Si le añadimos una inflación interanual del 0.5% (baja pero positiva) a junio, hay una pérdida relevante en el poder adquisitivo de sus ahorros.

Parece que, si el inversor quiere más rentabilidad, tiene que orientarse hacia la renta variable. Pero claro, rendimiento y riesgo siempre van juntos. El Ibex35 acumula ganancias del 7.30% en lo que va de año, pero como bien sabemos, por definición la bolsa es un activo volátil. Basta recordar que en 2018 la variación fue del -15%, una considerable pérdida. No siempre un inversor está dispuesto a arriesgar tanto para poder ganar más.

En los últimos meses, ha habido cierto debate sobre el relevo del italiano Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo. Un candidato era Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, muy crítica con mantener la política de estímulos monetarios, que supone liquidez para el sistema financiero y tipos de interés muy bajos. Finalmente, la designación de Christine Lagarde apunta a que continuarán los estímulos y no hay perspectivas de que cambie el actual panorama de tipos de interés bajos, incluso negativos.

Así, el Euribor a doce meses está hoy en el -0.31% y las tasas aún son más negativas para los plazos más cortos.

Los planes de pensiones siempre han recurrido a valores de deuda pública como activo refugio, pero en la deuda pública hay que llegar a plazos muy largos para encontrar rentabilidad positiva. La deuda pública española a 2 años está en el -0.49% y hay que apuntar al plazo de 10 años para encontrarla positiva (0.39%).

Este es el panorama al que se enfrenta un ahorrador en nuestro país, por no hablar de los rumores crecientes sobre que los bancos comiencen a cobrar por los depósitos. Y tras el relevo al frente del Banco Central Europeo y el debilitamiento del crecimiento de la zona euro, la perspectiva es que esta situación se puede mantener durante bastante tiempo.

En este contexto es comprensible que los inversores estén buscando ‘activos alternativos’ donde invertir aspirando obtener una rentabilidad mayor. Las inversiones alternativas, son aquellas que son diferentes (claro!) a las que hemos comentado anteriormente. Apuntaremos sólo que son inversiones normalmente llevadas a cabo mediante un vehículo de inversión (una sociedad donde el inversor es socio o partícipe), que invierte en activos como inmuebles, infraestructuras, energías renovables, en el capital de empresas no cotizadas, etc. Son inversiones poco o nada líquidas y los plazos son habitualmente muy largos. Se requiere asesoramiento y cierta capacidad inversora para entrar en el mundo de las inversiones alternativas. No se puede entrar en esta clase de inversiones con poco capital.

Sin embargo, hay ‘activos alternativos’ donde un inversor puede invertir, aspirando a obtener una rentabilidad interesante, incluso en estos tiempos de tipos de interés ‘a cero’. Se trata, claro está, del crowdlending, de los préstamos a empresas, en los que se puede participar con muy poco capital a través de compañías especializadas en este tipo de inversión. Compañías “Fintech” que buscan empresas con proyectos de economía real, evaluando su solvencia y capacidad de reembolso del préstamo. Ofrecen propuestas de inversión con una rentabilidad bruta que, en lo que llevamos, de año se sitúan entre el 2,25% y el 7,50% de interés. Se trata de un activo con riesgo, por lo que el factor morosidad puede reducir la rentabilidad final. Pero si a la selección de proyectos que debe realizar con seriedad la “Fintech” en cuestión, recomendamos que esté supervisada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se une una diversificación en las inversiones por parte del inversor, este riesgo debería mitigarse y conseguir al final rentabilidades muy interesantes.

Dentro de la categoría de ‘activos alternativos’, el crowdlending dispone de liquidez parcial, pues los reembolsos suelen ser periódicos (mensuales o trimestrales), y hay opción para invertir a plazos cortos, de sólo unos meses.

Esta fórmula es una forma de conocer activos alternativos con poco capital y empezar a invertir de una forma diferente a dejar los ahorros en el banco. En el contexto actual, el mundo inversor cada vez es más consciente de la necesidad de ir incorporando ‘activos alternativos’ a las carteras de inversión, como una forma de diversificar la cartera y aumentar la rentabilidad total, paliando la caída en las expectativas de rentabilidad de otros activos tradicionales.