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Fridman amenaza con al apocalipsis a los inversores de Dia que no acepten su opa

Susto o muerte. Mi opa o un futuro incierto con visos apocalípticos. Mijail Fridman, el multimillonario ruso que controla el 29% de Dia, ha aventado hoy todos los miedos habidos y por haber para tratar de convencer al resto de inversores de la compañía para que acepten su opa de 0,67 euros por acción. En un hecho relevante enviado a la CNMV, LetterOne, el vehículo a través del cual maneja su inversión en Dia, se ha limitado a comunicar que ampliaba el plazo de aceptación de la opa en una semana, hasta el 30 de abril, después de que sólo haya sido aceptada por el momento por algo más del 4% del capital de la compañía de supermercados. Para que triunfe, la oferta debe ser aceptada por un 35% del capital de la firma.

La carga de profundidad venía, sin embargo, en un comunicado enviado por Stephane DuCharme, el consejero delegado de LetterOne. Tras recordar que el consejo de administración ha reconocido que su opa es la mejor opción para los accionistas, DuCharme asegura que el deterioro del negocio «pone de manifiesto el riesgo significativo de su viabilidad para todos los accionistas de Dia si no hay acceso a más capital». LetterOne recuerda que ha solicitado a la banca acreedora un incremento de la línea de financiación de 380 millones de euros y que sigue negociando con la banca la refinanciación de su deuda. No obstante, advierte de que no puede asegurar que vaya a alcanzar tal acuerdo con los bancos, lo que harían inviable la ampliación de capital de 500 millones que proyecta y que está ligada a esta refinanciación, que considera necesaria para asegurar la viabilidad de la compañía. Fridman ha condicionado tanto la reestructuración como la posterior ampliación de capital a que la opa triunfe y por eso ha advertido de que, en caso de que fracase, la dirección de Dia podría verse obligada a adoptar «medidas severas en relación con su situación financiera, tales como, entre otras, la declaración del concurso o la capitalización de la deuda bancaria por parte de los bancos centrales», dice DuCharme.

Para los accionistas que a pesar de las advertencias prefieran no ir a la opa, Fridman augura un futuro más que oscuro. En primer lugar, les advierte de que el precio por acción de la sociedad, incluso después de una opa con resultado positivo, pueda ser «materialmente inferior a la contraprestación de 0,67 euros en efectivo ofrecida a los accionistas que acepten la opa». LetterOne avisa a los accionistas de que «cualquier aumento de capital se produciría con un descuento sobre el precio de cotización posterior a la opa, lo que daría lugar a una dilución significativa para los accionistas que no participen en el aumento de capital mediante una nueva aportación en efectivo». Los accionistas restantes, concluye, «compartirán el importante riesgo de ejecución que conlleva un plan de reestructuración sin garantía de éxito y que tardará varios años en potencialmente ofrecer resultados positivos. LetterOne no se compromete a mantener la anterior política de dividendos de Dia tras la liquidación de la oferta y no cree que sea razonable que Dia reparta dividendos en los próximos años», concluye.