Ademas de la pérdida de vidas humanas, la Dana que afectó durante la segunda mitad de la semana pasada a una buena parte del sureste español ha causado importantes daños en el sector agrario y el medio rural, tanto en infraestructuras y edificaciones como en cultivos de temporada y permanentes y los árboles frutales; tampoco se pueden olvidar las muertes de animales en las granjas inundadas.
Por el momento es imposible hacer una evaluación en cifras, ya que en muchas explotaciones agrarias no se ha podido entrar y, además, las consecuencias negativas en los árboles dependerán del tiempo que permanezcan anegados por el agua hasta que se retire del campo. Las provincias más afectadas por las fuertes lluvias han sido Valencia y Alicante en la Comunidad Valenciana; Albacete en Castilla-La Mancha; toda la Comunidad de Murcia, especialmente en el Campo de Cartagena, y Almería, Granada y Málaga, en Andalucía. En el capítulo de infraestructuras destacan los daños registrados en el Trasvase Tajo Segura, además de tuberías, instalaciones de riego, carreteras y caminos, edificaciones de todo tipo situadas en el medio rural, maquinaria y vehículos, así como otros medios de producción de carácter agrícola. También han resultado afectadas naves ganaderas y han muerto animales en las mismas, aunque todavía no se conoce el número.
Los árboles con mayor grado de daños son los frutales, tanto los cítricos como los de fruta dulce y los almendros. La situación varía mucho en función de las especies y de si algunas cosechas se habían recogido, o no, como en el caso de los almendros. En cítricos, todo dependerá de la cantidad de días que la parte baja de los árboles y sus raíces permanezcan bajo el agua, lo que podría provocar daños irreversibles. En la zona de la Axarquia de Málaga se encontraban en plena recolección de mangos y el viento y el agua podrían haber destruido la mayor parte de la fruta que todavía estaba en los árboles.
La uva que no se hubiese recolectado, tanto la de mesa como la destinada a vino, se puede dar por perdida en gran parte y los daños en las vides dependerán del tiempo que tarde en bajar el agua en las parcelas anegadas de Valencia, Alicante, Albacete y Murcia. El caqui es otro de los frutales que han resultado más perjudicados, justo cuando se encontraba a punto de recogerse.
En la zona de Orihuela, en Alicante, y en el Campo de Cartagena, además de frutales se han perdido las parcelas que se acaban de sembrar en sus huertas de diversas hortalizas como lechugas, espinacas, apio, entre otras, y también la patata de primor. Solamente en la comarca de Níjar, ubicada en la provincia de Almería, hay varios centenares de hectáreas de invernadero que han resultado destruidas, tanto las producciones como las instalaciones. Se trata solo de un pequeño anticipo de todo lo que iremos conociendo a lo largo de los próximos días.
