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Guía básica de lo que necesitas saber acerca del apalancamiento en el trading

Un tipo de préstamo

La forma más sencilla de entender el apalancamiento financiero es pensando en ello como un préstamo o un crédito por parte de un agente financiero o bróker a un inversor. En realidad, el apalancamiento de 2:1, por ejemplo, significa que si tenemos 2.000 euros para invertir, el bróker o agente financiero nos cede 2.000 euros —a cambio del pago de ciertas tasas— para operar sobre el valor de 4.000 en un activo.

Esta forma de entender el apalancamiento financiero, como un préstamo de un tercero para operar sobre cierto activo, también sirve para representar mejor el cuidado con el que hay que tratar los productos con apalancamiento. Y es que el apalancamiento abre la posibilidad de sufrir pérdidas que igual uno no tiene la capacidad económica de cubrir.

Utilización de stop loss y take profit

Ya hemos visto que el apalancamiento financiero permite multiplicar nuestros beneficios y pérdidas. Por lo tanto, especialmente cuando se opera en mercados de alta volatilidad, es esencial saber manejar herramientas como el stop loss y el take profit, elementos que nos permitirán cerrar una operación de forma automática al llegar a ciertos límites —ya sea por encima o por debajo del precio actual— y que nos permitirán, así, no estar pendientes del trade en todo momento.

Pongamos el ejemplo de un activo de gran volatilidad como es el Bitcoin, que incluso recientemente, cuando ya vive una existencia más tranquila que en 2017 o 2018, puede tener jornadas en las que pierda más del 20% de su valor. Imaginemos pues que invertimos 200 euros sobre el precio del BTC con un apalancamiento de 1:20, lo que nos llevaría a estar operando por un valor de 4.000 euros.

En este contexto, si se produce una de esas bajadas del 20% en el valor de la criptomoneda, nos arriesgaríamos a perder 800 euros, más de cuatro veces el valor que hemos invertido inicialmente. Esto lo podemos evitar con un stop loss situado un 5% o 10% por debajo del precio con el cual hemos abierto la operación y que, así, nuestro trade se cierre de forma automática para evitar mayores pérdidas. La utilización del take profit funciona de igual manera, solo que con el objetivo de cerrar una operación de forma automática cuando el precio del activo llegue al nivel de beneficio que buscamos.

Los productos derivados, habituales del apalancamiento

Los productos derivados como los contratos por diferencia o CFDs, los contratos forward o las opciones financieras son algunas de las formas más habituales que los brókeres ofrecen a la hora de operar con apalancamiento. La diferencia de estos con el trading clásico de acciones, divisas o materias primas es que permiten al inversor operar sobre el precio de un activo sin necesidad de tenerlo en propiedad. Es decir, que el inversor se ve beneficiado o perjudicado con los movimientos en el valor del activo, pero sin tener que gastar todo el dinero que implicaría su compra.

Así pues, los pequeños inversores encuentran en la utilización de productos derivados y apalancamiento una combinación muy útil para sus operaciones. Por un lado, pueden invertir sobre cualquier activo —el valor de las acciones de Facebook, por ejemplo— sin necesidad de comprar dichos elementos. Por otro, el apalancamiento permite acceder a cantidades de inversión mayores que el capital inicial con el que se cuenta.

Eso sí, siempre se debe recordar que esta combinación, así como muchos beneficios, también es muy peligrosa por las altas pérdidas que puede reportar, pudiendo éstas llegar a superar ampliamente la cantidad inicial invertida. Por eso mismo, recuerda: sea cual sea el múltiplo de tu apalancamiento, multiplica por ese mismo número tus precauciones.