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Infraestructuras resilientes para preservar el agua

España es uno de los países de la UE más afectados por el cambio climático. Impactado especialmente en los últimos años por episodios meteorológicos extremos y ajenos a las estaciones clásicas, tenemos que aprender a convivir en una realidad caracterizada por una creciente escasez del agua.

Combatir este problema y el del cambio climático y sus consecuencias es el gran desafío que afrontamos como país y sociedad. Está en riesgo nuestro modelo socioeconómico y los niveles de calidad de vida de la ciudadanía, por lo que urge una reacción inmediata y más contundente que implica desarrollar infraestructuras y proyectos que doten de una mayor resiliencia a las ciudades, y también a los entornos rurales, con el objetivo de garantizar la disponibilidad del agua en el futuro.

Es un compromiso que Agbar, como parte del grupo Veolia –un referente mundial de la transformación ecológica con soluciones en agua, energía y residuos–, ha asumido conformando un hub de conocimiento del agua, reforzando la actividad del grupo con servicios de gestión del ciclo integral del agua y de preservación del medioambiente.

Agbar trabaja para mejorar el futuro de las personas gestionando de forma sostenible los recursos hídricos. Y lo hace mediante la innovación, la digitalización y el impulso de las alianzas que le permiten desarrollar soluciones de mitigación y adaptación al cambio climático, así como proyectos de referencia basados en la economía circular.

Fruto de esa estrategia son sus infraestructuras de última generación, más resilientes y que contribuyen a la transformación ecológica de los territorios. En España, la compañía presta servicio de agua a 13 millones de personas en más de 1.100 municipios, a los que ofrece soluciones para minimizar el impacto de unos fenómenos climáticos que serán cada vez más frecuentes.

Estas soluciones van desde actuaciones en las instalaciones vinculadas al ciclo integral del agua, el diseño y ejecución de infraestructuras más resilientes, hasta el desarrollo de tecnologías digitales que permitan anticiparse a dichos fenómenos meteorológicos extremos.

Entre sus propuestas se encuentran las ecofactorías, un nuevo modelo de gestión integral de las depuradoras basado en la economía circular y la transformación digital de dichas instalaciones. Un modelo que se fundamenta en cuatro ejes clave, con el objetivo de evolucionar el tratamiento de aguas residuales desde una concepción lineal hacia un modelo completamente circular. En primer lugar el Eje Agua, a través de la regeneración y la reutilización de las aguas residuales, aplicando los tratamientos adecuados a cada futuro uso concreto que pueda tener (riego de parques urbanos o campos agrícolas, limpieza de calles, etc.). El Eje Recursos aporta valor a los residuos para convertirlos en subproductos aptos para ser utilizados en otros procesos productivos (por ejemplo, se valorizan los fangos de depuradora en biofertilizantes). En tercer lugar, el Eje Energía, que reduce el consumo, maximizando su producción a través del uso de biogás, la codigestión o la fotovoltaica, adaptándose a los requerimientos de cada administración. El último es el Eje Entorno y Calidad medioambiental, que minimiza el impacto en el entorno y promociona la biodiversidad y renaturalizar las instalaciones, además de reducir la contaminación acústica y lumínica.

Este modelo no sería posible sin la tecnología, que sirve a la compañía para integrar la digitalización en todos los procesos productivos, automatizando, robotizando e implementando la inteligencia artificial con el objetivo de poder gestionar sus activos en tiempo real y anticiparse a situaciones críticas. Por tanto el valor de los datos es innegable en este proceso. Mediante los diversos dispositivos y sensores, los equipos implicados en la gestión pueden obtener información de valor, en tiempo real, para optimizar la toma de decisiones. De este modo, gracias al conocimiento adquirido, es posible predecir, planificar y priorizar las inversiones y optimizar todos los procesos operativos.

Con todos estos recursos tecnológicos asimilados dentro de una estrategia global, Agbar contribuye a la transformación ecológica de las ciudades («ecociudades»), un modelo urbano más resiliente y sostenible, basado en la economía circular, la mejora de la salud y del entorno.