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IPC y alternativa del diablo

William Shakespeare (1564-1616), el creador de Hamlet, el arquetipo de la duda, «ser o no ser», también escribió que «dudar de que las cosas van mal, causa más sufrimientos que estar seguros de que están mal». La duda, de repente, se ha instalado en los dos principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal Americana (Fed), que preside Jerome Powell, y el Banco Central Europeo (BCE), que encabeza Christine Lagarde. Ambos están atrapados en lo que el analista Juan Ignacio Crespo ha definido como «la alternativa del diablo», bien presente tras la caída de varios bancos en Estados Unidos y la resistencia de la inflación a ceder lo necesario a ambos lados del Atlántico y también en España, en donde la subyacente ha escalado hasta el 7,5%.

El Gobierno de Sánchez insiste en que la inflación española es la menor de los grandes países de la eurozona pero, además de ser quizá algo temporal, no deja de ser una versión del tuerto en el país de los ciegos, que acaso tenga alguna ventaja, pero no deja de ser tuerto. Además, es difícil ver nada positivo en un alza del precio de los alimentos del 16,6%, que no se solucionará –porque nunca ha funcionado ese método– con los férreos controles de precios que reclama la parte podemita del Gobierno. El dilema, enorme, de la FED y del BCE consiste en decidir si mantener el combate contra la inflación, con nuevas subidas de tipos de interés, y en el caso de Estados Unidos correr el riesgo de provocar nuevas crisis bancarias o, por el contrario, esperar y arriesgarse a una situación peor en el futuro, con los precios enquistados muy por las nubes. El BCE, que ha retransmitido por adelantado un alza de 0,5 puntos de los tipos mañana, tiene menos presión que la FED porque, en teoría –siempre en teoría– los bancos europeos están más a salvo de riesgos que los americanos. Ayer mismo, Moody’s colocó a seis bancos americanos en revisión por posibles rebajas de calificación. La inflación era y es el gran problema económico de 2023, al que ahora se suman las dudas sobre la situación del sistema financiero. La «alternativa del diablo» porque, claro, «dudar de que las cosas están mal causa más sufrimiento que estar seguro de que están mal». «Ser o no ser», Shakespeare.