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Javier Bellot y Pedro Serrano: «Los electrodomésticos vienen con un libro de instrucciones, las personas no»

En el pasado Fitur fue presentada «Workingay» y «Workingay Program», una plataforma pionera en España creada por Javier Bellot y Pedro Serrano para el entrenamiento y gestión de las emociones de gays, para el desarrollo emocional de individuos y empresas en el ámbito LGTB+. Ambos parten de un sólido y extenso currículum profesional. Serrano es entrenador emocional y mental, empresario promotor de eventos de ocio y espectáculos; Bellot cuenta con años de experiencia en el mundo de la comunicación y trabaja la Programación Neurolingüística (PNL), cuyo aprendizaje está enfocado al desarrollo humano.

–¿Qué es Workingay?

–Pedro Serrano: La primera plataforma de entrenamiento emocional para el colectivo LGTB, con herramientas como la PNL, la Inteligencia Emocional y el Entrenamiento.

–¿Cuál es su objetivo?

–P.S.: Acompañar, entrenar y compartir vivencias, experiencias, sentimientos y emociones, todo lo que realmente te conecta. Un método experiencial para sacar la mejor versión de las personas desde la emoción. El objetivo es compartir.

–Javier Bellot: Ayudar a asumir quién y cómo eres y desde ese «yo soy así», potenciarlo y llegar a ser y a vivir de acuerdo con ello, ser feliz desde ahí, porque al final la felicidad no es otra cosa que vivir en consecuencia con uno mismo.

–¿Solo va dirigido a un colectivo?

–P.S.: No estamos cerrados, pero Workingay es una especialización específica para este colectivo, que tiene ciertos códigos que los diferencia ligeramente de otras personas.

–¿Tan importantes son las emociones?

–P.S.: Cada comportamiento procede de una emoción. Un momento te puede cambiar una vida. Somos seres emocionales, nos enseñan a educar la mente pero las emociones no, por eso hacemos mucho hincapié en esto.

–¿La Inteligencia Emocional habría que educarla desde pequeño?

–J.B.: Se está planteando la necesidad de enseñarla en los colegios. Los electrodomésticos vienen con un libro de instrucciones, pero las personas, no, lo tenemos que ir creando mientras vivimos para aprender cómo somos.

–¿Qué problemas trabajan?

–P.S.: Este colectivo ha demostrado ser vital, pero sufre los problemas del siglo XXI, baja autoestima, soledad, adicciones, desequilibrios emocionales y mentales, depresión, estrés, superación personal y laboral, necesidad de éxito en un mundo súper competitivo.

–¿Cómo se cambia un comportamiento no deseado?

–P.S.: Normalmente se empieza por un pensamiento y siguen las emociones. Si no están bien canalizadas, el cuerpo las somatiza y puedes terminar con dolencias o enfermedades, el cuerpo avisa.

–¿Qué hace que una persona se tambalee y caiga?

–P.S.: No tener conciencia de ella misma. A veces actuamos en la vida como el hámster corriendo en la ruedecita sin ir a ningún sitio. Cuando tienes conciencia de qué pasa contigo, empieza la transformación.

–¿Cómo influye el miedo o la soledad?

–J.B.: El miedo lleva a la impotencia, a la negación, es el gran hándicap del ser humano, su verdadero enemigo, es esa caperuza que te ponen para que no veas tus posibilidades y no seas tú mismo.

–P.S.: La soledad va asociada con la baja autoestima. Se está produciendo un fenómeno curioso: a pesar de los avances, hay gente mayor volviendo al armario al llegar a la residencia de ancianos porque dejan de relacionarse y viven de manera distinta. Eso les genera soledad.

–¿En España el colectivo gay sufre rechazo?

–P.S.: Ha habido grandes cambios. Un país –además de bienes tangibles–, también exporta modelos sociales de convivencia y en eso somos pioneros, pero en el ámbito personal, hay mentalidades y costumbres que todavía pesan mucho y sigue habiendo rechazo.

–J.B.: Siempre hemos sido marginados, nos han o nos hemos hecho sentir así, eres el «marica» del colegio y acabas siendo el del asilo, por eso lo dedicamos a personas gay. Seas lo que seas, asúmelo.

–¿Se ha enterrado el estigma?

–P.S.: Se ha avanzado mucho, antes se caricaturizaba «al mariquita», pero un presentador, una pareja gay presentando a sus hijos…ya se ve normal. Me encantó que todo un ministro de Interior –Marlaska–, dedicara públicamente palabras de elogio a su equipo y a su marido. Antes hubiese sido imposible.

–J.B.: No se podía pensar que tu médico o la maestra de tus hijos fueran gay o lesbianas y ahora está perfectamente asumido y normalizado.

La ideología extrema emergente no es tan tolerante. ¿Se podría dar un paso atrás?

–J.B.: Es preocupante, por eso cada vez son más necesarias asociaciones para contrarrestar. La derecha muy extrema suele ir como una apisonadora contra gay y lesbianas. De repetirse la historia, podríamos retroceder cincuenta años.