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La AIReF pide equiparar el copago farmacéutico de trabajadores y pensionistas con la misma renta

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha presentado la segunda fase de su proceso de revisión del gasto público en España, en el que analiza los medicamentos dispensados a través de receta médica. El organismo ve posibilidades de mejora en la eficiencia y la equidad del Sistema Nacional de Salud, y recomienda reformar el copago farmacéutico para igualar a trabajadores y pensionistas en función de su nivel de renta. La AIReF cree que el actual modelo de copago penaliza a los trabajadores con pocos ingresos que hacen un uso intensivo de la sanidad pública frente a pensionistas de un nivel de renta similar. Para los trabajadores con un salario igual o inferior a 18.000 euros anuales, el Estado subvenciona un 59% del precio de los fármacos, cifra que sube hasta 93% para un pensionista de la misma renta. Para los que ganan entre 18.000 y 100.000 euros, la subvención es del 48% para los trabajadores pero del 91% para los pensionistas. Para las rentas de más de 100.000 euros, el Estado subvenciona el 37% para los trabajadores y el 55% para los pensionistas. En cualquier caso, propone límites máximos anuales por paciente a partir de los cuales se hace cargo la Administración, frente a los topes mensuales actuales y que ahora se aplican solo a los pensionistas.

Otra de las medidas que propone es la implantación a nivel nacional de un sistema de subastas para la compra de medicamentos como el de Andalucía. La AIReF considera que así se fomentaría la competencia dando cabida a más proveedores, si bien el nuevo Gobierno de la Junta, presidido por Juan Manuel Moreno, tiene intención de acabar con este sistema ya que tiende a provocar desabastecimiento de fármacos. Según sus estimaciones, extender las subastas a todas las comunidades autónomas ahorraría hasta 1.000 millones de euros en gasto al Sistema Nacional de Salud entre 2020 y 2022. La AIReF opina que el sistema andaluz es más eficiente que el modelo del resto de España, pues ha ahorrado 560 millones de euros entre 2012 y 2017, lo que supone un 5,6% del gasto total. Señala que es verdad que este sistema de adjudicación tiene un impacto sobre los beneficios de las farmacias, pero solo entre aquellas que más facturan. Además, apunta que no ha causado problemas de falta de suministro, ya que “solo el 1,27% de los medicamentos con problemas están seleccionados mediante subastas: de un total de 600 fármacos, solo 8”.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) asegura que el modelo de subasta de medicamentos propuesto por la AIReF “puede generar graves perjuicios en la salud de los ciudadanos”. Considera que provocaría “falta de equidad, aumento del riesgo de desabastecimiento y perjuicio en la adherencia a los tratamientos de los pacientes”. A través de un comunicado, la corporación farmacéutica denuncia que este modelo de selección de medicamentos “solo atiende a objetivos de ingeniería financiera energética, y no a las necesidades sanitarias reales de los ciudadanos”. “Es importante dar valor al medicamento como un bien social y no como un producto de consumo”, defienden.

Además, la AIReF apuesta también por que el paciente pueda elegir entre los medicamentos de marca y los genéricos. De esta forma, el paciente pueda elegir un fármaco de marca que tenga un precio de referencia más alto que el genérico, aunque tendría que abonar la diferencia frente a lo que financia el Sistema Nacional de Salud. Actualmente, el gasto farmacéutico se sitúa en 70.000 millones de euros, un 15% del gasto público total.