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La inflación se dispara en España: estas son las razones por las que los precios suben más que en otros países

La inflación cerró el año con un incremento del 6,7% en diciembre. Un nivel que no se veía en décadas y que ya se adivinaba por la tendencia que los precios llevaban en 2021. Así, se espera que, de media, la inflación sea del 3% el año pasado. Y lo peor es que no se va a quedar ahí.

El Banco de España ya ha pronosticado que en 2022 será incluso mayor, de una media del 3,7%, lo que augura crecimientos mensuales de récord. Así, España está cada vez más lejos de ese nivel inflacionista del 2% que el BCE considera idóneo para no comprometer el crecimiento económico. Y parece que su estimación va camino de cumplirse, pues muchos expertos prevén que el crecimiento sea plano en el primer trimestre de 2022.

Es un hecho, la recuperación está en riesgo ante la crecida de los precios, y parece no hay receta de momento para ponerle freno. Aunque es un mal colectivo en toda la UE, es cierto que España va a la cabeza en cuanto a la inflación, algo que es recurrente en nuestra economía.

¿Por qué pasa esto? ¿Qué tiene nuestra economía diferente a lo de nuestros vecinos?

Lo que nos hace diferentes…por desgracia

Las causas de este incremento de los precios están, en gran parte, por el aumento del precio de la electricidad, que ha marcado números históricos en 2021 de cientos de euros por megavatio. Eso, evidentemente, se ha traducido en un alza de los precios, pues las empresas tienen que repercutir ese coste en energía en sus productos o servicios para poder sobrevivir.

Y en los servicios está la otra clave, pues el Banco de España ya avisa que este aumento de los precios de los servicios que ya se está notando va a tener su reflejo en la inflación también.

¿Qué pasa en el resto de Europa? Evidentemente, el aumento del precio de la energía también le está afectando…pero no tanto. En Alemania fue del 5,3% en diciembre, mientras que en Italia fue del 4,2% y, en Francia, quedó en el 2,8%.

Así, vemos que la mayor subida es en España y que, al contrario que los vecinos, no hay visos de estabilización o caída. ¿Por qué? Porque en España los precios de la electricidad tienen mucha incidencia en el IPC general; lo que pagas por la electricidad va a repercutir en tu consumo general.

Pero, además, con el añadido de que aquí han subido también más los precios de la electricidad que en el resto de Europa. Una volatilidad que no ayuda a controlar la inflación y es que, además, se repercute mucho más a los consumidores los costes de producción de electricidad que en otros países. Vamos, que nosotros pagamos una factura más elevada porque el Ejecutivo tiene menos poder de maniobra para controlar los precios finales.

Por otra parte están los salarios, que son menos competitivos que en la Eurozona y en los que no se ve reflejado ese aumento de los precios, porque no se actualizan. Y mientras tanto, los precios de alimentos y carburantes siguen subiendo aupados por al electricidad.

Por tanto, todo se va tensionando hasta llegar a estos niveles. Y los que veremos. Además, otro aspecto es que en 2020 la inflación fue negativa, ya que cayeron a plomo, por ejemplo, los precios al turismo. Por lo tanto, estamos ante una tormenta perfecta que va a seguir aumentando los precios y restándonos poder adquisitivo a los ciudadanos.

Y, por consiguiente, comprometiendo nuestro crecimiento en un momento clave. La salida de la pandemia está costando demasiado y nuestro motor económico no consigue ponerse en marcha. Los próximos meses serán decisivos para ver si 2022 cambia de tendencia o sigue con esta situación.