Inicio Actualidad Económica La inversión del Estado en Cataluña se dispara un 137% desde 2014

La inversión del Estado en Cataluña se dispara un 137% desde 2014

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró el pasado mes de octubre que en los últimos años «se ha dado una falta de inversión del Estado en Cataluña». Pero los datos, sin embargo, reflejan un alto grado de implicación de la Administración central en la región. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este ejercicio confeccionado por el Gobierno de Pedro Sánchez prevé una inversión de 2.251 millones de euros –incluyendo 200 millones de euros comprometidos por el Ministerio de Fomento– para Cataluña, un 66,82% más que el año pasado. En los últimos ejercicios, la cifra de fondos destinados a esta comunidad no ha parado de crecer. Desde 2014, año en que la economía española comenzó a salir de la recesión, los recursos estatales con destino a la comunidad catalana se han disparado un 137%. En aquel ejercicio, apenas sumaron 906 millones de euros, quedando esta inversión por detrás de las de Andalucía (1.711 millones), Castilla y León (1.401 millones) y Galicia (1.357 millones).

La más beneficiada

Los PGE de 2019, por contra, la convierten en la región que más dinero recibirá, por delante de Andalucía (2.132 millones) y Madrid (1.249). La segunda región en la que más se ha incrementado la inversión en el periodo ha sido Baleares (105%). Por detrás quedan la Comunidad Valenciana (93,9%) y Navarra (50%).

Durante el periodo analizado, sólo Andalucía (10.255 millones), la comunidad con más población –8,4 millones– ha recibido más fondos que Cataluña, que tiene 7,5 millones y ha percibido 7.494 millones de euros. La tercera región que más dinero ha recibido ha sido Madrid, con 6.407 millones, aunque se evolución ha sido muy diferente a la de Cataluña. Con respecto a 2014, la inversión territorializada que le han consignado los PGE se ha incrementado un 37,8%, desde los 906,8 millones hasta los 1.249 millones. Con respecto al ejercicio anterior, apenas ha aumentado un 0,16%, con lo que recibirá un 80,2% menos que Cataluña. Peor suerte, no obstante, han corrido otras regiones, que han visto recortada drásticamente la inversión en el mismo periodo, con La Rioja en cabeza (-58,7%), seguida de Galicia (-44,2%), y Castilla y León (-22%).

Maltrato

El déficit de inversión de la administración central ha sido, históricamente, uno de los agravios comparativos que el independentismo catalán ha enarbolado para justificar sus aspiraciones secesionistas. Sin embargo, algunos datos ponen en entredicho tal afirmación. Según un análisis que realizó Sociedad Civil Catalana a partir de los datos de licitación de la patronal de las grandes constructoras (Seopan), entre 2011 y 2015 el Estado invirtió 2.254 millones de euros en obra pública en Cataluña, un 45% más que los 1.553 millones del Gobierno de la Generalitat. La diferencia es especialmente significativa en lo que se refiere a infraestructuras del transporte. Así, el Ejecutivo central invirtió 386 millones en carreteras, más del doble que el Gobierno autonómico (179); en ferrocarriles, 488 millones, más del triple que el Gobierno catalán (136 millones); y en puertos, 91 millones, siete veces más que los 12 millones invertidos por el Gobierno de la Generalitat.

Otro informe de Sociedad Civil Catalana que analiza datos de la Intervención General del Estado entre 2009 y 2015 pone de relieve que el grado de ejecución presupuestaria de las inversiones de la Administración General del Estado en Cataluña ha sido de un 119%. Es decir, ejecutó durante el periodo más inversiones en la comunidad catalana de las inicialmente previstas, lo que representó 2.843 millones frente a los 2.386 millones de euros planificados en los presupuestos.

Con el empujón que el Gobierno de Pedro Sánchez ha dado este año a la inversión en Cataluña, la comunidad que preside el independentista Quim Torra será la destinataria del 18,8% de la inversión real territorializada contenida en las cuentas públicas. Un porcentaje que se acerca mucho a lo recogido en el Estatuto de Autonomía, que establece una inversión equivalente al peso de Cataluña en el conjunto del PIB español durante siete años. En otros países altamente descentralizados como Alemania las inversiones del Estado no se conceden en función de la riqueza de sus territorios. Ni siquiera Cataluña lo hace. Según ha denunciado en varias ocasiones Sociedad Civil Catalana, Barcelona, la provincia más dinámica, no es la principal destinataria de la financiación autonómica.