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La regla de los cinco pasos para saber si una moneda de euro es falsa o auténtica

El pago con tarjeta y otros medios digitales ha ganado terreno al efectivo en los últimos años, pero el pago con monedas y billetes sigue siendo el más utilizado en España, sobre todo, para las pequeñas transacciones. Los mecanismos para comprobar la autenticidad de los billetes son más conocidos por el gran coste que puede suponer aceptar un billete falso, pero ¿qué pasa con las monedas de euro que llevamos en el monedero?, ¿cómo podemos comprobar que los euros o céntimos que nos dan de vuelta en un comercio son falsos o reales? José Manuel Tarifa, de la Unidad de Análisis de Moneda, explica en un vídeo recogido en el Portal del Cliente Bancario del Banco de España los cinco sencillos pasos que hay que seguir para comprobar si una moneda de euro es falsa o auténtica.

El primer paso es asegurarse de que realmente se trata de una moneda de euro y no de otro país no perteneciente al Eurosistema. Para averiguarlo, el Banco de España da varias claves. En todas las monedas de euro, en una de sus caras, la cara común, aparece el número con el valor de la moneda, la palabra ‘euro’ o ‘euro cent’ y el mapa de Europa. En la otra cara, la cara nacional, aparecen en el centro el año de acuñación y una imagen que identifica al país emisor, rodeada por las 12 estrellas de la bandera de la Unión Europea en la parte externa de la moneda.

El segundo truco para saber si una moneda es real es el alineamiento. Debemos sostener la moneda entre dos dedos y girarla sobre sí misma. Las imágenes de ambas caras deben estar correctamente alineadas en sentido vertical, lo que se llama el giro moneda.

El tercer factor a tener en cuenta es la concordancia. Para comprobar que una moneda de euro cumple este criterio hay que fijarse en el diseño del mapa de Europa de la cara común. En 2007 este diseño cambió ligeramente para incluir todo el continente, no solo los países de la Unión Europea como inicialmente. Por tanto, si una moneda tiene año de acuñación posterior a 2007 debe tener el mapa de Europa completo. El año de acuñación se puede comprobar en la cara nacional de la moneda.

El cuarto paso es comprobar el magnetismo, ya que las monedas de uno y dos euros son ligeramente magnéticas, pero sólo en el centro. Para realizar esta prueba necesitamos acercar un imán pequeño al centro de la moneda. Esta deberá pegarse, pero soltarse con una pequeña sacudida. Hay que tener en cuenta que las monedas de uno, dos y cinco céntimos son muy magnéticas -no se despegan del imán-, mientras que las de 10, 20 y 50 céntimos no son magnéticas en absoluto.

El quinto y último paso consiste de nuevo en fijarse en el mapa de Europa. En las monedas de uno y dos euros este deberá tener la superficie parcialmente rugosa. Nunca será lisa. Esto se debe a la calidad de acuñación de estas monedas, que permite mantener la definición de los grabados a pesar de que estén muy usadas, explica José Manuel Tarifa. El responsable del Banco de España aconseja no aceptar monedas que parezcan haber estado manipuladas o que estén muy deterioradas.