El dinero en efectivo se mantiene como la forma de pago más habitual en las tiendas físicas, ya no sólo en España sino también en la eurozona. En este contexto, y a pesar de la desaparición de casi 2000 cajeros, se conoce que la retirada de efectivo en dichos terminales aumentó un 4% en 2023. Además, el importe de cada operación alcanzó los 180 euros de media, cantidad que desde Denaria, plataforma que defiende la utilización del dinero en efectivo, consideran que se incrementará el próximo año, logrando máximos históricos.
En este sentido, la reducción del parque de cajeros explicaría que los ciudadanos hayan elevado el importe medio de retirada, según la plataforma, con un aumento del 30,71% respecto a 2019, cuando se registraron 137,78 euros y había 9.000 cajeros más, en base a los datos trasladados este miércoles durante una jornada.
Durante 2023 el volumen de operaciones de retirada de fondos que se produjo en cajeros creció un 1,80%en términos interanuales, situándose en los 693,46 millones de extracciones. A su vez, la cuantía de estas retiradas experimentó todavía un mayor incremento, del 4,25%, hasta un total de 124.891 millones.
Un número mínimo de cajeros
Teniendo en cuenta los datos mencionados, y tal y como señalan desde Denaria, se debería prever el número mínimo de cajeros imprescindible con el fin de atender las necesidades de los ciudadanos por parte del Gobierno y del Banco de España.
En caso de continuar la actual tendencia, se calcula que habrán desaparecido 10.000 cajeros más en cinco años. Esto supondría, además, acabar con alrededor de 17.000 cajeros en los 10 últimos años, lo que equivale a un 34% de clausuras de terminales desde el año 2019. Por todo ello, para Denaria es «muy importante» la colaboración público-privada para mantener un nivel mínimo de puntos de retirada de fondos, con el fin de atender a las demandas de efectivo por parte de la población.
El presidente de la plataforma, Javier Rupérez, explica que para casi el 70% de la población adquiere mucha relevancia el dinero físico y advierte de que las regulaciones de la Unión Europea tanto para el dinero digital como para el físico «no son nada homogéneas, debería existir una neutralidad».
En este sentido, ha señalado que «la propuesta legislativa actual de la Comisión Europea legitima un sistema con dos formas de dinero público (físico y digital) con regulaciones que no resultan en absoluto homogéneas, cuando debería existir una neutralidad en las condiciones de aceptación y acceso de ambos medios de pago, como los propios bancos centrales han manifestado en distintas ocasiones».
Asimismo, Rupérez ha subrayado que cada vez hay más más países que ponen en marcha iniciativas con el fin de proteger el dinero en efectivo. Hablamos de Países Bajos, Reino Unido o, la más reciente, Suecia, la cual destaca especialmente al haberse marcado hace años el reto de conseguir una sociedad sin efectivo, pero que ahora está rectificando dicha posición, «al haberse dado cuenta de su error», en palabras del presidente de la plataforma.
También ha querido resaltar el concepto del efectivo como reserva estratégica, recordando a su vez que es obligatorio aceptar el efectivo como método de pago de productos y servicios por parte de los establecimientos, tal y como recoge la ley de Consumidores y Usuarios de mayo de 2022.
Respecto a la prohibición del pago del alquiler en efectivo, recogida en la Ley de Derecho a la Vivienda, ha manifestado su rechazo. Y es que uno de los objetivos establecidos por la asociación es ampliar el límite del pago de efectivo, el cual se sitúa actualmente en 1.000 euros, frente a la horquilla de entre 3.000 y 10.000 euros que se da en otros países europeos. Por ello, en defensa de esta posición, ha criticado «la obsesión de relacionar el efectivo con el fraude«.
