El abuso de las horas extra está evitando que se generen nuevos puestos de trabajo. Si los trabajadores no tuvieran que quedarse más tiempo del necesario podrían llegar a crearse hasta 180.000 nuevos empleos al año a tiempo completo, según los cálculos difundidos ayer por UGT.
El año pasado se realizaron un total de 330 millones de horas extra (remuneradas algo más de 166), un 11% más que en 2017. Se trata del segundo mayor aumento de los últimos diez años, sólo por detrás del de 2015. De esta cifra, casi la mitad no se pagaron (43,8%), lo que implica la pérdida para los trabajadores de unos 2.300 millones de euros en salarios brutos, según afirma el sindicato. Estas irregularidades provocaron que la Seguridad Social dejara de ingresar unos 650 millones de euros en cotizaciones sociales. En el caso de haber sido remuneradas y cotizadas, el agujero del sistema se habría reducido un 3,5%, según estima UGT.
El volumen de horas extra cayó en la primera mitad del año un 11,6% respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos de la EPA publicados por el INE. Desde el sindicato explican que «son resultado positivos, pero queda mucho por hacer». En ese sentido, UGT reclama que las multas sean «más elevadas y disuasorias». Actualmente, las sanciones oscilan entre los 626 y los 6.250 euros.
