La evolución de los riesgos provocada por los nuevos confinamientos ha aumentado las probabilidades de que hoy se anuncien medidas que no se esperaban. Si hoy no se anuncian acciones monetarias, los mercados buscarán una señal de la Presidenta del BCE, Christine Lagarde, que apunte a más flexibilización en el futuro para hacer frente a los últimos acontecimientos de la segunda oleada. En todo caso, el tono expansivo está casi garantizado en la rueda de prensa de hoy.
La libra se sumó ayer al movimiento de aversión al riesgo de las divisas, por lo que se siguió debilitando frente al dólar y experimentó volatilidad frente al euro. Tras una bienvenida pausa en el flujo constante de historias anónimas sobre las conversaciones comerciales entre Reino Unido y la UE, Bloomberg anunció esta mañana que se ha avanzado en la resolución de los últimos escollos. Las dos partes supuestamente están empezando a redactar el texto que nivelará el terreno de juego, una de las demandas clave de la UE, y están acercando posturas en la forma de aplicar el acuerdo, lo que puede abrir la vía a más avances. No obstante, las fuentes anónimas citadas por Bloomberg advirtieron de que todavía existen diferencias significativas en el equilibrio de las medidas, su aplicación y las competencias pesqueras. Por otra parte, el Financial Times informa del análisis realizado por Begbies Traynor, una firma de reestructuraciones, que advierte de que más de medio millón de empresas en Reino Unido se encuentran en «dificultades significativas». El análisis observó los datos de sentencias judiciales y advirtió de una «tormenta perfecta» de malas perspectivas económicas, condiciones comerciales débiles y menor apoyo gubernamental. El anuncio principal que se conocerá esta mañana son los datos monetarios y de crédito por parte del Banco de Inglaterra.
Los mercados ayer recordaron lo vivido en el 2T, ya que Europa empezó a tomar medidas más estrictas de confinamiento una vez más, lo que empujó al dólar frente al resto de divisas del G10. Ante la inminencia de las elecciones el próximo martes por la noche, los participantes del mercado fueron testigos de la negativa del Tribunal Supremo a la solicitud de los republicanos de bloquear una extensión de seis días para el recuento de los votos por correo en el estado clave de Carolina del Norte y su solicitud para resolver urgentemente una petición similar para Pennsylvania. Además de esto, el Financial Times publicó esta mañana que Associated Press no respaldará a ningún candidato que anuncie su victoria con anterioridad al anuncio de las agencias de noticias. En lo que la editora ejecutiva Sally Buzbee denominó una «lucha contra la desinformación», la posición de las agencias de noticias estadounidenses supone un nuevo golpe contra el posible plan de Donald Trump de bloquear tempranamente el recuento de votos en los estados clave, controlar la narrativa de las elecciones y acudir al Tribunal Supremo en caso de resultado «disputado».
El mismo Trump anunció que desea que las elecciones no se extiendan más allá del 3 de noviembre y añadió que esperaba que «los tribunales no permitan que unos pocos estados que quieran tomarse mucho tiempo después del 3 de noviembre para recontar votos». Los mercados de opciones se han decantado por unas elecciones más dilatadas en el tiempo basándose en que los resultados serán ajustados y que habrá recuentos o que se recurrirá al Tribunal Supremo.
El dólar canadiense cedió ayer más de un punto porcentual ante el deterioro de la situación macroeconómica global por las medidas de confinamiento en Europa y la ampliación del confinamiento de Quebec a 28 días, mientras que los mercados de crudo se hundieron por las perspectivas de menor demanda y las señales de acumulación de inventario. El último anuncio de medidas del Banco de Canadá no consiguió sacar al CAD del territorio negativo. El banco central anunció que su programa expansivo se «recalibraría» para comprar activos con vencimientos más lejanos y no tanto aquellos en la parte próxima de la curva de tipos, donde hasta ahora se centraban las nuevas emisiones de deuda. El Consejo de Gobierno consideró que la eficacia de sus operaciones sería mayor de esta forma, lo que facilitaría reducir sus compras mínimas de bonos soberanos en 1.000 millones de CAD semanales para quedarse en 4.000 millones.
Aunque la reducción de compras pueda parecer una medida restrictiva, en realidad indica que el Banco de Canadá se preocupa porque sus operaciones le confieran una participación demasiado elevada en el mercado de deuda. El banco central ahora posee el 34% de la deuda soberana y su giro hacia compras menos agresivas pero más focalizadas alargará la vida de su programa expansivo, una señal de que los estímulos podrían ser necesarios durante más tiempo del que se previó anteriormente. Ante este escenario, la caída del dólar canadiense continuó a lo largo de la reunión del banco central y no se estabilizó hasta esta mañana, cuando se redujo parcialmente la aversión al riesgo del mercado. No es probable que la volatilidad retroceda, ya que se conocerá el dato del PIB de agosto el viernes y las elecciones de Estados Unidos se celebrarán el próximo martes.
