- Ante todo, un buen presupuesto
Por supuesto, no hay desafío ahorrador que no empiece por un buen plan de ingresos y gastos. Lo más importante y difícil, por mucho que parezca obvio, es hacer previsiones realistas, especialmente del lado de los gastos. Para que ello no sea un obstáculo, es más recomendable partir de la máxima cantidad que podemos gastar y estimar una cifra por debajo de la misma para contar con un cierto margen de error. Pero cuidado con el margen, pues si lo usas como excusa acabarás gastando aún más. Calcula el número de regalos que puedes hacer y estima una cifra para cada uno de ellos. Y desde ahí, la segunda regla de oro es no dejarse arrastrar por las tentaciones. Calcula también las cenas, el número de invitados y todo aquello que puedas prever con antelación. Te ayudará.
- Todo lo que puedas hacer con tus propias manos, hazlo
Do it yourself (DIY) ha de ser tu nueva máxima esta Navidad. No hay regalo más único que el que tú puedas crear con un poco de maña y mucho amor, y tampoco hay decoración más original que la que sale de los trastos y cartones inútiles que inundan el trastero de tu casa. Internet está lleno de tutoriales increíbles que te ayudarán a ser el más tierno Papá Noel en el más paradisíaco ambiente navideño. Y lo mismo vale para las cenas y comidas. Si en vez de invitar a los tuyos a comer por ahí, te marcas un suculento manjar al más puro estilo Master Chef, no habrá quien pueda resistirse a tu espíritu navideño.
- Mira muchas ofertas, cuantas más mejor
Realiza un estudio en profundidad de las distintas opciones culinarias y del abanico de regalos disponibles. Por supuesto, mejor si no esperas a los últimos días. Eso sí, mucho ojo con las súper ofertas de temporada. Calcula bien si ese 3×2 vale la pena, porque a lo mejor solo necesitas uno.
