Aunque, por otro lado, también hay que tener en cuenta que Donald Trump es una persona imprevisible y no cabe duda que la confirmación de un acuerdo comercial entre las dos mayores potencias del mundo será positivo para los mercados a corto plazo. Además, probablemente se centre a partir de ese momento en otra de sus grandes promesas electorales, el gasto en la reforma de infraestructuras, una cuestión que podría utilizar para patrocinarse de cara a las elecciones del próximo año.
No hay que olvidar lo que Trump dijo tras saber que sería el futuro presidente de los Estados Unidos: Vamos a arreglar los cascos urbanos, reconstruir nuestros puentes, túneles, calles, escuelas, hospitales y aeropuertos. Nuestras infraestructuras se convertirán en las mejores del mundo y vamos a crear millones de puestos de trabajo para reconstruirlos. Voy a poner el acero estadounidense realizado por los trabajadores estadounidenses en la columna vertebral de la infraestructura de América.»
Al mismo tiempo mencionó la posibilidad de facilitar numerosos créditos fiscales a las empresas de construcción. Esta intervención pública, mediante el aumento del gasto gubernamental, beneficiaría claramente a la industria de la construcción y a los mercados de materias primas como el cobre y el acero. También fortalecería el mercado laboral y podría frenar signos de estancamiento en otras actividades económicas como el consumo, servicios y manufacturas.
En los mercados de acciones chinos y asiáticos ya se está reflejando los avances en las negociaciones comerciales. En Europa, las medidas acomodaticias del Banco Central Europeo acabarán dando sus frutos y si el Brexit se resuelve de forma favorable, será recibido con los brazos abiertos por los mercados, esto mejorará claramente el sentimiento de los inversores y podríamos ver un avance importante en los mercados de renta variable.
La situación técnica de los selectivos europeos parece que está complicándose. En el gráfico adjunto del DAX 30 alemán, cortesía del broker de Forex y CFDs ActivTrades, podemos observar cómo está dando señales de cambio de tendencia. El pasado viernes perforó la directriz alcista y el soporte de los 11.475 puntos donde había marcado los mínimos más recientes. Técnicamente estos movimientos implican un posible cambio de tendencia.
Hay que destacar que los últimos datos macro han sido especialmente desfavorables en Alemania, pero el resto de índices europeos mantienen su tendencia al alza intacta. Aunque cotizan en niveles de soportes muy relevantes que, de ser perforados, deteriorarían considerablemente su aspecto técnico. Habrá que vigilar de cerca los 7.000 puntos del FTSE 100, los 3.200 del Euro Stoxx 50, los 20.850 del FTSE MIB, la barrera de los 5.250 enteros del CAC 40 y los 9.000 del Ibex 35.
En Wall Street, sería importante que no se perforasen soportes como los 2.800 en el Standard & Poor´s 500, los 25.000 del Dow Jones o los 7.300 del Nasdaq Composite debido a que la pérdida de estos niveles implicaría un cambio a la baja en la tendencia de corto plazo.