Inicio Actualidad Económica Los accionistas del Popular pierden el 100% de sus inversiones

Los accionistas del Popular pierden el 100% de sus inversiones

Las acciones de Banco Popular fueron suspendidas antes de la apertura de la sesión bursátil. Unas acciones que serán amortizadas y no volverán a cotizar nunca, lo que equivale a decir que los accionistas de Popular han perdido el 100% de su inversión.

También han perdido su inversión los tenedores de CoCos, que verán en un primer lugar convertidos sus títulos en acciones, que posteriormente serán amortizadas al igual que las antiguas acciones. En tercer lugar, también han perdido su inversión los tenedores de deuda subordinada.

¿Cómo se ha podido llegar a esta situación?

Tras una mala gestión de riesgo durante los últimos años, la situación se ha agravado en las últimas semanas. La fuga de depósitos, la pérdida de confianza de otros institucionales en el mercado y el desplome de sus acciones desde la pasada semana han precipitado los acontecimientos. El mercado esperaba que la solución se anunciase a finales de este mes.

El BCE ha tomado la decisión tras solicitar una valoración de Banco Popular realizada por un experto independiente que resultó ser de 2.000 Mn€ negativos en el escenario central y de 8.200 Mn€ negativos en el escenario estresado.

¿Hay algo positivo en la solución que se ha dado finalmente?

Aunque se trataba de un caso aislado, la solución final elimina un foco de incertidumbre sobre el sistema bancario español y el europeo. De hecho, tras las ampliaciones de capital realizadas por Unicredit y Deutsche Bank, sumadas al rescate de Monte dei Paschi, da la impresión que la banca europea queda saneada. Esto reforzará la confianza de los inversores en la recuperación económica de la región. También reforzará la confianza de la ciudadanía el hecho de haber logrado dar una solución privada a este problema.

Sin embargo, la manera de proceder y la pérdida de su inversión por parte de muchos minoristas (en acciones) e institucionales (en bonos) podría hacer que descienda la confianza de muchos inversores en la bolsa española.

En su primera actuación, el MUR (Mecanismo Único de Resolución) ha mandado un mensaje claro de cara al futuro. En ningún caso pagarán los platos rotos los depositantes sino los inversores con mayor perfil de riesgo, como accionistas o tenedores de deuda (CoCos y subordinada)

Tras la compra del banco por parte de Banco Santander el sistema bancario español quedará reducido a un puñado de entidades, que es precisamente algo que venían aconsejando diversas instituciones desde el estallido de la crisis. De esta manera se facilita la supervisión por parte de los reguladores y se consigue mejorar la eficiencia de las entidades

¿Cuáles son las partes afectadas?

Además de los accionistas y los tenedores de deuda subordinada o de CoCos, que han visto evaporada su inversión, hay otros colectivos que podrían verse afectados. Al menos a los accionistas les queda el consuelo de poder compensar esta minusvalía en la próxima Declaración de la Renta, algo que no ha sucedido en algunas acciones que también fueron suspendidas de cotización en su momento.

Los actuales clientes de Banco Popular serán informados en las próximas semanas de que sus cuentas pasarán a ser de Banco Santander, ya que la marca Banco Popular desaparecerá.

Los empleados de Banco Popular (muchos de los cuales, dicho sea de paso, eran accionistas de la entidad) quedan a expensas de las decisiones que decida tomar Banco Santander en relación a su política de Recursos Humanos. Cabe recordar que buena parte de las sinergias que pretende alcanzar la entidad cántabra pasan por el cierre de sucursales, la utilización de una sola plataforma tecnológica y la optimización de servicios centrales.

No obstante lo anterior, al menos los clientes del Popular dormirán hoy más tranquilos, al saber que sus depósitos están a salvo y que la compra por parte del Santander garantiza el normal funcionamiento de las actividades de la entidad.

Lo mismo cabe decir de los tenedores de deuda sénior, que también conservan su inversión.

¿Cómo afectará al Santander la compra de Popular? ¿Y a los accionistas de Banco Santander?

Aunque pueda sonar atractiva la compra de Banco Popular por tan solo 1 euro, Banco Santander asume muchos riesgos con esta operación. Al fin y al cabo, compra por un euro una entidad que ayer mismo fue valorada en -2.000 Mn€.

En primer lugar deberá llevar a cabo una ampliación de capital a inicios de julio por valor de 7.000 Mn€ para asumir el déficit de provisiones y capital neto que provocará la integración de Banco Popular. Este déficit ha sido cifrado en 9.100 Mn€, a los que hay que descontar 2.000 Mn€ de capital social que tenía Banco Popular y que pasa a formar parte de los fondos propios de Banco Santander.

En una presentación ante analistas Banco Santander ha defendido esta adquisición con diversos datos:

  • Una vez concluida la ampliación de capital, el impacto del ratio de capital CET1 será neutro, incluso ligeramente positivo.
  • La integración de los activos de Banco Popular le convierte automáticamente en banco líder en España (con una cuota del 20% en el mercado de crédito) y segundo en Portugal (con una cuota del 17% en el mercado de crédito). Ha recordado que esta operación se produce en un momento de crecimiento del crédito bancario y de las expectativas de subida de los tipos de interés.
  • Las sinergias generadas por la compra podrían alcanzar los 500 Mn€ en 2020 una vez se destinen hasta 1.300 Mn€ en costes de reestructuración.
  • En términos de rentabilidad, Banco Santander prevé elevar el su RoTE en España desde el 9,6% en 2016 hasta el 13% en 2020 si se cumple el plan de sinergias.
  • La entidad prevé un crecimiento del beneficio neto entre el 25% y el 30% desde 2018 a 2020.
  • La compra de Banco Popular pasará a engrosar en 1.644 las sucursales en territorio español, de las cuales la entidad destaca su peso en las regiones más ricas.

Esta operación supone otro ejemplo de su capacidad para crecer vía adquisiciones. Banco Popular se suma la lista de bancos (nacionales e internacionales) que han perdido su marca y han pasado a integrar el balance de Banco Santander desde su creación en 1857.