Renfe perderá aproximadamente el 35% de la cuota de mercado de la alta velocidad cuando el sector se liberalice en diciembre de 2020. Así lo estima la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el informe que ha publicado hoy sobre la modificación de la Declaración sobre la Red de 2019 de Adif y Adif Alta Velocidad, el marco en el que se recogen las condiciones en que se producirá la llegada de las empresas privadas al sector.
Según Competencia, la capacidad puesta a disposición de las nuevas compañías permitirá un incremento de los servicios actuales que «deberá dar lugar a una mejora de los servicios que se ofrecen a los usuarios». Este incremento, que dará opción a dos compañías a competir con Renfe, permitirá un «sustancial» aumento del número de circulaciones de trenes respecto al servicio actual, que oscilará entre un 50% y un 150% dependiendo de las líneas.
El incremento del número de circulaciones permitirá, según Competencia, rentabilizar las inversiones realizadas por Adif gracias al cobro de cánones o peajes por la circulación de trenes por las vías y el uso de infraestructuras como estaciones. Estas tasas constituyen una de las principales preocupaciones de las firmas privadas interesadas en competir con Renfe en el AVE. Al suponer, junto al material rodante, dos de los costes más elevados a que se enfrentarán, su temor es que, si no son previsibles, dificulten la confección de sus planes de negocio. Por este motivo, la CNMC llama a Adif a dotar de «estabilidad y predictibilidad» a este sistema de cánones y a especificarlo en la oferta de capacidad definitiva que presente al mercado, toda vez que en la actual «no ha justificado su propuesta de tarifas para los diferentes servicios, su orientación a costes y el beneficio razonable aplicado».
El organismo también valora que en la asignación de capacidad Adif vaya a priorizar a aquellas empresas ferroviarias que se comprometan a un uso más intensivo de los corredores que permita el sostenimiento de la red. Eso sí, solicita que el gestor ferroviario fije sanciones por el incumplimiento de esos compromisos que sea «suficiente para incentivar una petición realista de capacidad marco».
El criterio de asignación, basado en el compromiso de uso en un marco temporal de 10 años, también es justo para la CNMC porque «permite equilibrar las peticiones de aquellas empresas ferroviarias que ya dispongan de material rodante y las de aquellas que deban adquirirlo».
