Inicio Actualidad Económica Madrid, qué bien resistes – Economía Crítica y Crítica de la Economía

Madrid, qué bien resistes – Economía Crítica y Crítica de la Economía

El Siglo de Europa

“No te olvides que nosotros ganamos la guerra”, dijo Cristóbal Montoro a su interlocutor en una charla informal hace varios años, a la vez que se llevaba la mano a la chaqueta, a la altura de la cartera.

Al hilo de los recientes acontecimientos estas crueles palabras cobran hoy una nueva magnitud. Pareciera como si la derecha más carpetovetónica hubiera salido otra vez de las profundas cavernas a las que lo había llevado el devenir de la Historia y quisiera librar una nueva batalla de Madrid. Afortunadamente es sólo una batalla política, no es una cruenta batalla militar como la que hace ochenta años asedió y masacró nuestra ciudad.

Hoy la aviación y artillería alemana han sido sustituidas, afortunadamente, por la Ley de Estabilidad Presupuestaria que ha permitido una intervención discrecional del Ministerio de Hacienda en nuestro ayuntamiento (discrecional porque el Ayuntamiento de Jaén, gobernado por el PP, está en una situación similar sin que haya sido intervenido). Montoro ha ignorado que Manuela Carmena ha reducido la deuda en más de 2.000 millones de euros, un 40% del total del endeudamiento al que había conducido la ruinosa gestión de los anteriores alcaldes del PP, y que se ha alcanzado un superávit presupuestario de más de 1.000 millones de euros.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria, hay que recordarlo, es el desarrollo legislativo de la reforma constitucional pactada en agosto de 2011 para modificar con nocturnidad y alevosía el artículo 135 de la Constitución (la ley fue finalmente aprobada en 2012 con los votos a favor del PP, CiU, UPyD y UPN). Esta ley elevó a rango normativo una parte importante de los componentes de la ideología neoliberal, el “déficit cero” de las administraciones públicas, cuyo principal objetivo es socavar el Estado del Bienestar. Keynes, arrojado al rincón de la Historia.

El concepto neoliberal del “déficit cero” niega al sector público lo que es un comportamiento habitual de las empresas privadas: la capacidad de financiar la compra de bienes de equipo, o gastos de I+D+i, (infraestructuras y equipamientos sociales en el caso del sector público) que requieren inversiones plurianuales y, por tanto, endeudamiento. El recurso al crédito es el pan de cada día en el mundo empresarial.

La discrecional intervención de Montoro ha coincidido con la confirmación por parte del jefe de la UDEF, en sede parlamentaria, de que el presidente del Gobierno era responsable “indiciario” de haber cobrado parte de su sueldo en dinero B, presunto delito fiscal. A pesar de todas las maniobras de despiste más de la mitad de los españoles, un 55% según una reciente encuesta de Transparencia Internacional, sigue pensando que el Gobierno de España es corrupto.

Hoy en día la infantería, en lugar de la temible Guardia Mora o las tropas fascistas italianas, ha estado conformada por un puñado de policías municipales, que, muy minoritarios en el cuerpo pero evidentemente peligrosos, ya que nuestra seguridad está en sus manos, han llegado a decir: “Estamos donde debemos, en la calle. Matar es nuestro lema”.

Cuando esos mismos individuos dijeron sobre Manuela que “lo terrible es que ella no estuviera en el despacho de Atocha cuando mataron a sus compañeros” están insultando a todas las madrileñas y madrileños, ya que se están refiriendo al vil asesinato en 1977, por parte de unos pistoleros fascistas, de los cinco abogados laboralistas del despacho de la calle de Atocha vinculado a las entonces ilegales Comisiones Obreras. Por cierto, el policía denunciante de este bárbaro comportamiento, afiliado a CC OO, ha sido amenazado.

Hay que dejar de considerar la política como una batalla fratricida. Hay que pensar en como construir una ciudad mejor, más amable, más inclusiva, más mestiza, más enunciada en femenino, como está haciendo Manuela y su equipo.

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